La Jornada Internacional sobre Crisis Alimentaria organizada por ICAM y Unicef en Huévar del Aljarafe, en Sevilla, reclamó el jueves un papel protagonista para la agricultura en el combate contra el hambre en el mundo, problema que el contexto actual de crisis ha agravado desde 2007.
El Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) organizaron una Jornada Internacional sobre la Crisis Alimentaria en la que colaboraron también la Fundación Caja Rural del Sur, la Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación (Antama) y el Colegio de Ingeniero Agrónomos de Andalucía Occidental.
El encarecimiento de los alimentos y las materias primas ha afectado a millones de personas en todo el mundo y tenido una especial incidencia sobre los estratos de población más débiles y desprotegidos. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, en sus siglas en inglés), el número de personas afectadas por el problema del hambre en el mundo ha aumentado en 75 millones, pasando 848 a 923 en tan sólo un año.
Con estos datos en la mano, los ponentes de la Jornada quisieron defender que el desarrollo de la agricultura resulta fundamental para luchar contra el hambre, de cara a duplicar la producción y converger así con los objetivos del Milenio de la ONU, que pretenden reducir a la mitad en 2015 el número de personas que vive en condiciones de extrema pobreza y que padece hambre crónica.
Las conclusiones del encuentro señalaron que "para alimentar el mundo del mañana no sobra ningún agricultor, y falta, por el contrario, mucha producción". Para obtenerla es necesario "un cambio radical en el planteamiento de políticas de agua, regadío y nuevas tecnologías, así como un giro de las actuales políticas de desarrollo, donde la agricultura debe pasar a ocupar un lugar prioritario".
La jornada rindió homenaje a Alberto Ballarín, presidente de ICAM y fundador de la ONG Agricultores Sin Fronteras, y se estructuró entorno a dos mesas redondas, una primera en la que se analizaron las causas de la actual crisis alimentaria, y una segunda en la que se analizó el papel que la agricultura está llamada a desempeñar como sector estratégico para dar respuesta a las necesidades alimentarias derivadas del continuo crecimiento de la población.
"La tierra contará con 9.000 millones de habitantes en 2050, y para hacer frente al desafío alimentario, la agricultura tendrá que duplicar su producción. Su desarrollo, tanto en los países del norte como en los del sur es esenciales para ello", concluyeron los ponentes.
