Los avances en materia de movilidad han sido uno de los ejes que han configurado los cambios experimentados por la ciudad en la primera década del nuevo siglo. Junto al Metro, el carril bici o el Metrocentro, los autobuses urbanos se han visto en la obligación de adaptar su servicio tradicional al modelo sostenible que estaba emergiendo en Sevilla. Tussam apostó por sumarse al proceso y para ello trasladó su sede en el Porvenir hasta unas nuevas cocheras ubicadas en la Avenida de Andalucía, junto al Polígono Industrial Carretera Amarilla, en las que se apostaba por el uso de las nuevas tecnologías y el aprovechamiento de los recursos propios.
El hecho es que un sistema como el de Tussam, que incluye 36 líneas, 522 kilómetros de recorrido y casi 400 autobuses, requiere de una coordinación que se lleve a cabo desde unas instalaciones como éstas. En ello influye de forma clave el sistema de ayuda a la explotación, una de sus herramientas de gestión. Se trata de un sistema pionero en la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación al transporte de autobuses urbanos. Esta herramienta no sólo destaca por su utilidad sino porque permite la comunicación en todo momento con los vehículos de la flota de Tussam que se encuentran prestando servicio, así como el conocimiento del punto de trayecto en el que se ubican.
La aplicación de las nuevas tecnologías y el aprovechamiento de los recursos propios de esta instalación se traduce en la construcción de una planta solar fotovoltaica, inaugurada en el mes de septiembre de 2008, con una potencia eléctrica de 1.800 kilovatios. Su presencia en la sede de la Avenida de Andalucía cumple una doble función. Por un lado permite dar sombra a los autobuses, protegiéndolos de la lluvia en invierno y del sol que durante los meses de verano hace que los vehículos adquieran unas temperaturas muy elevadas. Un hecho que contribuye a que esas temperaturas no sean tan altas y a la consecuente reducción de gasto energético que deriva de la menor utilización de los sistemas de aire acondicionado. Por otro lado, esta planta solar permite la generación de energía en unas cantidades suficientes como para dar cobertura a todo el gasto eléctrico que requiere Tussam en estas instalaciones.
La apuesta por la movilidad en el distrito se completa con dos de los itinerarios del carril bici y la proyección de la futura línea del Metro que transitará por sus barrios. Junto a ello, los problemas de aparcamiento que existían en sus calles motivaron la reordenación de los estacionamientos y la construcción de varios parking subterráneos en otros puntos del distrito. En 2007 se habilitaron en José Laguillo 500 plazas de aparcamiento que vinieron a paliar las dificultades existentes en el barrio en esta materia y se convirtieron en un punto de referencia para aquellos sevillanos que querían acceder al Centro desde puntos lejanos de la ciudad. Otro aparcamiento rotatorio fue el que se construyó en 2008 entre las calles Sinaí y Baltasar Gracián, al que su unirá próximamente un parking para residentes en el barrio San Carlos-Tartessos, entre la Plaza de Pedro Vallina, la calle Pueblo Saharaui y el Zodiaco.
