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Una árbitra en la historia del Betis

Judit Romano, la segunda mujer asistente de toda la historia en Segunda, estará el domingo en La Romareda junto al colegiado asturiano Areces Franco. Con 14 años superó un cáncer.

el 11 nov 2014 / 10:06 h.

Judit Romano, en plena acción en la banda / Sportyou Judit Romano, en plena acción en la banda / Sportyou El Betis visita al Zaragoza el próximo domingo. En la banda no estará Julio Velázquez, que será sancionado con una jornada de suspensión por sus dimes y diretes con el banquillo del Barcelona B, pero sí Judit Romano García. Es asistente del árbitro del encuentro, el joven asturiano Víctor Areces Franco (28 años); también es la segunda mujer árbitra en toda la historia de Primera y Segunda; y será la primera vez que ella y el Betis crucen sus caminos. Judit cumplirá 32 años el próximo 4 de diciembre. Nació en la bella localidad costera de Llanes, en Asturias, y a los 18 años decidió estudiar Medicina y apuntarse a un cursillo arbitral. Cuatro años antes había superado un linfoma, con quimioterapia incluida. “En ambos aspectos tuvo mucho que ver con lo que ha venido en el futuro. Por un lado, estar tanto tiempo en el hospital y vivir la enfermedad allí me hizo ver a muchos médicos que salvaban vidas y yo quería ser una de ellos. Quería curar y ser parte de la solución. Por otra parte, una parte importante del mundo del arbitraje es superarse a una misma, luchar por lo que una quiere y saltar barreras. Lo importante es intentar ser feliz en cualquier ámbito, tanto profesional como personal”, decía la protagonista en una entrevista con el portal Sportyou tras su ascenso de categoría. Ahora es asistente en Segunda y anestesista en el Hospital Universitario Central de Asturias. De hecho, se enteró del ascenso a Segunda mientras intervenía en una operación quirúrgica. “En lugar de organizar el día siguiente voy por semanas, ya que al trabajo habitual de ocho horas hay que añadirle las guardias, que son 24 horas sin parar y de las que no nos libramos los médicos. No es fácil compaginarlo todo, pero con esfuerzo y ayuda de mis compañeros al final se logra. Ellos me cambian las guardias, son unos cielazos”, añadía. Judit es la tercera mujer que llega a este nivel. Los dos precedentes son la manchega Marisa Villa, que incluso fue ascendida a Primera pero no aprobó las pruebas físicas, y la gallega Yolanda Parga, que subió a Segunda como asistente de García Bestilleiro pero no llegó a debutar. El Betis no coincidió con ninguna. “Sólo intentar alcanzarlas ya sería un sueño. En el caso de Marisa, ojalá pudiera acercarme a ella en todo lo que ha conseguido, ya sería un objetivo más que cumplido”, reconocía Romano en esa misma entrevista. “Marisa siempre era la primera en llamar para animarme y darme consejos tras los partidos y los ascensos de categoría. Me decía que me admiraba porque tenía mucho mérito todo lo que estaba logrando y yo le respondía que si era broma, que yo soy la que la ha admirado siempre y que será un ejemplo a seguir en mi carrera”, elogiaba. Judit Romano ya ha intervenido en seis encuentros de Liga y uno de Copa del Rey, el Lugo-Alcorcón de la segunda ronda (1-0). En la Liga participó en el Leganés-Alavés (1-1), el Sabadell-Numancia (0-3), el Valladolid-Tenerife (2-1), el Osasuna-Racing (0-2), el Llagostera-Mallorca (1-4) y el Las Palmas-Albacete (2-1). Por tanto, su balance en el campeonato es de tres victorias visitantes, dos locales y un empate. Además de su ascenso a Segunda, sin duda el acontecimiento más trascendental de su carrera, Judit Romano es internacional desde 2007 y ha participado en dos Mundiales sub 17 femeninos. “Mi objetivo, ante todo, es minimizar los errores, intentar que vaya bien todo lo que sea controlable por mi parte y no cometer fallos”, apuntaba.

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