La avería de un tren y, después, la del que lo remolcaba, provocó que la línea 1 del Metro quedase interrumpida parcialmente durante casi ocho horas. Los más perjudicados fueron los usuarios del tramo Primero de Mayo-Condequinto, ya que desde las 15.30 hasta las 21.00 horas no circuló por allí ningún tren.
Es la segunda incidencia grave desde que se estrenó la línea 1 el pasado 2 de abril. En la primera ocasión, el Martes Santo, otro fallo en la tracción de un tren provocó la interrumpción parcial del servicio desde las 16.15 hasta las 18.00, generando esperas de más de una hora en plena Semana Santa.
Los fallos se acumularon. En primer lugar, un tren se averió a las 12.45 horas cuando circulaba en dirección a Sevilla desde Ciudad Expo. Al llegar a Cavaleri, los viajeros fueron desalojados y retomó el viaje, vacío, hasta Talleres y Cocheras. Poco después, a las 13.15, se quedó parado entre Blas Infante y Parque de los Príncipes. Así que comenzó la operación para remolcarlo. Con tan mala suerte que cuando los dos vehículos llegaron al cambio de vía anterior a la estación de Cocheras, el tren que tiraba del averiado también falló. Después, el arrastrado arrancó (sorprendentemente) y empezó la reparación del segundo vehículo.
Según Ferrocarriles Andaluces de la Junta, el primer tren tuvo problemas al arrancar tras un "reseteo", esto es, al volverse a poner en marcha tras una parada, mientras que no hubo explicación para el "bloqueo" en el cambio de vía de Cocheras.
Lo cierto es que cientos de usuarios se vieron afectados por los parones y por los cortes en el servicio, sobre todo los del tramo Primero de Mayo-Condequinto. El servicio se cortó en las seis estaciones de este trayecto (Primero de Mayo, Amate, La Plata, Cocheras, UPO y Condequinto) desde las 15.30 hasta las 21.00 horas, cuando el servicio empezó a recuperarse gradualmente. A las 21.30 estaba reestablecido completamente. Entre las 13.30 y las 15.30 funcionaron sólo lanzaderas por una única vía, provocando grandes retrasos y esperas. La estación Primero de Mayo incluso llegó a colapsarse por viajeros que iban a Condequinto.
María, una usuaria, esperó, con el andén de Primero de Mayo "que no se cabía", tres cuartos de hora a que llegara un tren o le ofrecieran otro medio de transporte para llegar a su trabajo en Montequinto, pero tuvo que coger un taxi. "Puse una hoja de reclamaciones y espero que me lo paguen", espetó. Entre las 13.45 y las 14.30 se aglutinaron en ese andén los pasajeros de hasta cinco trenes, según contó. Iban a Condequinto, pero se vieron atrapados cinco paradas antes.
La falta de información, los datos contradictorios y la descoordinación indignaron a los usuarios en plena hora punta. Entre ellos, Miguel y Rafael, que sobre las 15.30 tenían que desandar el camino (en Metro) tras quedarse "tirados" en Primero de Mayo.
La mayoría exigía alternativas para llegar a su destino, autobuses o taxis, pero el personal del Metro sólo les ofreció hojas de reclamaciones y un recibo para que se ahorren un viaje en otra ocasión. "Es una barbaridad, no nos avisaron del problema al subir al tren y ahora tenemos que perder tiempo y dinero", comentó Miguel. Para colmo, los usuarios de las estaciones de la Pablo de Olavide y de Condequinto denuncian que es "discriminatorio" que sólo la mitad de los trenes llegue a estas paradas.
Entre Blas Infante y Nervión no hubo servicio entre las 12.45 y las 13.30 por el paso del tren remolcado.
El portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, reclamó ayer a la Junta la rebaja del billete y un abono mensual para jóvenes.
«Empiezo a pensar que no es mejor que el coche»
"El Metro me resulta más práctico porque evita el tráfico, pero empiezo a pensar que no es así. El doble sofocón de hoy (por ayer) es igual de malo que buscar aparcamiento". Así de claro se quejaba ayer Juan Antonio González, profesor de la UPO, y uno de los usuarios del Metro que ayer sufrió en primera persona las dos incidencias en la línea 1. Antes de las 13.00 horas se dirigía en la línea 1 a Parque de los Príncipes, pero en San Bernardo le hicieron bajarse. "Me gasté el doble porque tuve que coger el C2", contó.
Después, pasadas las 15.00 horas, el tren se paró en Primero de Mayo. Allí rellenó su hoja de reclamación y decidió volver hasta el Prado para llegar a su clase en la UPO en autobús. "Voy a llegar tarde de nuevo. El Metro no debió estrenarse hasta que no funcione bien. No es de recibo que uno de cada dos trenes no llegue hasta Condequinto. Es una discriminación", denunció coincidiendo con la mayoría de los usuarios de la UPO y de Condequinto.
Candela Ibancos fue tajante: "Todas las semanas pasa algo. Un día tuve que esperar casi 20 minutos en Condequinto, donde vivo; otro día el tren se paró casi un cuarto de hora en la Pablo de Olavide, y eso de que pasa cada cuatro minutos no es cierto". Candela también se quedó petrificada ayer, a las 15.15 horas, cuando le informaron de que su tren terminaba el servicio en Primero de Mayo. Su madre la recogió, en coche, en la Gran Plaza.
