"No he podido ducharme en todo el día", reconocía María Esmeralda, de la barriada de Pineda. A esta vecina la avería en el suministro del agua le afectó tanto a la hora de la ducha como para hacer la comida y tuvieron que usar botellas de agua "para hervir la pasta". Sin embargo, lo peor es el calor, porque "¿quién aguanta esto con 40 grados, si en verano nos duchamos hasta tres veces al día?".
A las 17.00 horas, María Esmeralda pudo comprobar que el agua salía clara, al fin, aunque a las 19.00 de la tarde le cortaron de nuevo el suministro. A esta desesperación se sumaba el vecino de Heliópolis Antonio Sánchez, ya que a las 18.00 el agua todavía salía turbia del grifo. "Esta mañana cuando me duché no me di cuenta, pero tendré que tener cuidado a partir de ahora".
Desde que se produjo la primera incidencia a las 6.40 de la mañana, Emasesa puso en marcha 57 equipos de conservación y mantenimiento. La empresa ha registrado un total de 37 incidencias por la rotura de tuberías. Las zonas más afectadas han sido el Centro, Los Remedios, Porvenir, Sur, Bellavista, Pino Montano, el Cerezo, Corza, Nervión y San Pablo.
Según Emasesa, las roturas más destacadas de estas zonas se produjeron en la avenida de Hytasa esquina calle Quejío y en la calle Canal, en el Cerro del Águila; en las calles Paraná y Presidente Adolfo Suárez, en los Remedios; Santa Paula, en el Centro; Almadraberos, en Pino Montano; y en García Morato.
Paqui, una vecina del Cerro del Águila, confesó que fue afortunada, porque no le afectó la incidencia. Sin embargo, otros vecinos de su bloque sí han sufrido las consecuencias de la rotura de una tubería en la calle Canal. "El año pasado ya hubo otra rotura de este tipo y llegaron a inundarse los garajes". La incidencia afectó a la solería, aunque los equipos de mantenimiento estuvieron toda la tarde trabajando en esta calle, según esta vecina. El agua turbia que salió por los grifos a lo largo del día se debió a los trabajos de reparación, según Emasesa, aunque la avería eléctrica que produjo los incidentes se solucionó a las pocas horas de detectarse el fallo.
A pesar de que en un primer momento la empresa aseguró que el sistema de abastecimiento de agua volvería a funcionar a partir de las 19.00 horas, más tarde, los operarios comunicaron a la empresa que no sería posible cumplir con estos plazos.
Así, aunque los equipos se pusieron en marcha desde el mediodía de ayer, por la tarde, los vecinos no sabían con seguridad cuándo se resolvería este problema. Otros residentes de las zonas afectadas ni siquiera pudieron ver el agua turbia que provocaron las obras. José, residente en la calle García Morato, aseguró que el agua estuvo cortada en su vivienda desde que se levantó para trabajar por la mañana, a las 7.00 horas y, a las 19.00 de la tarde, aún no se había restablecido el suministro en su edificio. "Somos siete personas y ninguno hemos podido ducharnos todavía con el calor que hace", se lamentaba. Además, a esta familia no le dio tiempo a recoger agua: "Llevamos todo el día con una botella de agua en la nevera y no nos atrevemos a gastarla". Sin embargo, para José lo peor es la falta de información por parte de los responsables. "Deberían habernos avisado de lo que estaba ocurriendo para poder medios". Al cierre de esta edición, el 95% de las roturas se habían reparado, según la versión facilitada por la empresa municipal de aguas, aunque no se habían solucionado las averías en el suministro en la Macarena, Pino Montano y la zona Centro. Según Emasesa, el suministro quedaría completamente respuesta a las 22.00 horas de ayer.
