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Una buena decisión de Rajoy

La decisión de Rajoy, anunciada al Comité Ejecutivo del PP el martes pasado de continuar liderando el partido y presentar su candidatura a la presidencia, en el congreso que se convocará para el mes de junio...

el 15 sep 2009 / 01:44 h.

La decisión de Rajoy, anunciada al Comité Ejecutivo del PP el martes pasado de continuar liderando el partido y presentar su candidatura a la presidencia, en el congreso que se convocará para el mes de junio, ha sido un gesto prudente que evita las posibles banderías internas, que algunos barruntaban y otros propiciaban, en caso de que hubiese tirado la toalla y dejase vacante el liderazgo del partido. Probablemente lo ocurrido en esos dos días de ambigüedad, desde la noche del domingo hasta la tarde del martes, le sirvieron a Rajoy para darse cuenta de las consecuencias que tendría para el PP su rumoreada despedida.

Por otra parte, la inmediata reacción de los líderes territoriales -Javier Arenas manifestó el apoyo de la organización, incluso antes de entrar a la reunión- cerrando filas alrededor de Rajoy puso de relieve la sensación de alivio ante la decisión de continuidad del presidente del PP quien, además manifestó su intención de presentar un equipo de cosecha propia para dirigir el partido en los próximos años. Rajoy y ese equipo tendrán que ser elegidos en el congreso de junio, lo cual les dará un punto de legitimidad, puesto que, en teoría, cualquier militante puede presentar su candidatura a la presidencia. Aunque lo cierto es que, después de las manifestaciones de apoyo de los dirigentes regionales, alguno de los cuales se apuntaban en los rumores como posibles aspirantes, difícil será que se articule una candidatura sólida. Pero es evidente que la opción está abierta.

Así que lo más probable es que Mariano Rajoy continúe al frente del PP en los próximos años y vuelva a ser candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales del 2012. La incógnita está en quiénes formarán el nuevo equipo que asuma la dirección del partido, porque esto señalará en buena parte la orientación del PP a corto y medio plazo, así como las conclusiones internas que se hayan sacado de los resultados electorales.

El aumento en votos y escaños a nivel nacional, aunque no han sido suficientes para ganar, le permiten a Rajoy marcar tiempos y estrategias, sabiendo que ha consolidado el voto de la derecha y aumentado el de centro, porque el incremento de votantes del PSOE ha venido claramente de sectores de la izquierda más radical, alarmados por la posibilidad de que el PP ganase las elecciones. De ahí, que el crecimiento del Partido Popular tiene que venir del centro -centro e incluso del centro-izquierda-, además de resolver el problema de los cortísimos resultados en Cataluña y en el País Vasco.

Lo que pasa es que el voto centrista, más reflexivo y, al mismo tiempo, más voluble, requiere dedicación y sutileza porque, como alguien decía, con parte de razón, se es de izquierda o de derechas, y en el centro se está. Y ese espacio hay que conservarlo y agrandarlo en base a las personas, a las ideas, a los gestos y a las aptitudes, y aunque la fórmula parece clara, lo difícil es aplicarla. La semana que viene hablaremos de Andalucía.

Periodista

juan.ojeda@hotmail.es

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