Deportes

Una buena terapia para la rehabilitación del Sevilla

El equipo golea al Levante en la primera jornada de Liga y aleja la crisis creada por la eliminación de la Liga de Campeones.

el 28 ago 2010 / 22:21 h.

El El Sevilla reaccionó ayer doblemente. Se recuperó del palo sufrido el pasado martes, la eliminación de la Liga de Campeones, y también se rehízo de un gol inicial del Levante en su primer partido en la Liga, para luego acabar goleando a los levantinos con comodidad. Cierto que el conjunto azulgrana es limitado, limitadísimo, que está a años de luz de este Sevilla, y también lo estaría de uno peor, pero no deja de ser un buen comienzo y, sobre todo, una buena rehabilitación del doloroso mes de agosto.

A pesar del ínfimo nivel del Levante, hay cosas buenas que extraer de la goleada, además de los meros guarismos que dejan a los de Álvarez líderes provisionales de la Liga con los tres primeros puntos sumados. Por ejemplo, la forma de afrontar la adversidad tras el tempranero 0-1. Vivió unos diez minutos difíciles el conjunto hispalense, por el ímpetu del Levante y por un penalti tonto de Cigarini que parecía complicar la noche (1-0, m. 10). Pero no hubo tiempo para lamentos. Con el italiano, Renato y Zokora el Sevilla se adueñó de la pelota, la movió a un ritmo adormilado que aumentaba cuando el balón llegaba a las bandas y buscó la portería rival descaradamante. Por eso en 20 minutos ya le había dado la vuelta al marcador.

Otra de las cosas buenas que tuvo la noche fueron las actuaciones individuales, como la de Konko. Sí, Konko. Aprovechando que Valdo todavía estaba de vacaciones, subió cuando y como quiso por su banda apoyando a Navas. Por si fuera poco, tuvo una eficacia brutal ante la portería, como en el gol del empate, aprovechando un tiro al palo del campeón del mundo. También se lució Perotti. Sus regates y fintas desarbolaron a la defensa azulgrana. Provocó un penalti, el que supuso el tanto de Negredo (1-2), y se marchó tantas veces que no siempre le acompañaron sus compañeros. Por la otra banda hacia lo propio Navas ante una zaga bisoña.

No quiso el Sevilla contemporizar con el partido y tras el descanso salió a rematar una empresa ya decidida hacía minutos. Los tres centrocampistas movieron el partido a su antojo y las bandas martillearon. En una gran combinación, originada por la derecha, Konko dejó el partido visto para sentencia con su sorprendente doblete (67’).El partido, a falta de media hora, estaba totalmente decidido. La defensa sevillista ni siquiera fue puesta a prueba y lo que quedaba por averiguar era si caería algún tanto más, que vino de la mano de José Carlos y la cabeza de Renato. La goleada andaluza no sirve para lanzar las campanas al vuelo, pero sí para calmar unas sensaciones negativas y para recuperar poco a poco la confianza perdida en el verano.

  • 1