A un día que iniciar oficialmente su campaña electoral, Javier Arenas entiende que casi todo está dicho. "Tengo la impresión personal de que tal y como ha ido evolucionando la legislatura, tensa, con asuntos de gran conflictividad, quedan pocos electores indecisos. Cosa distinta es que se refleje en las encuestas", sostuvo ayer el líder del PP-A en un desayuno organizado por la Asociación de la Prensa de Sevilla.
Hay dos perfiles de votantes a los que mirará Arenas en los próximos días: quienes siempre han optado por las siglas del PP -a quienes el presidente popular entiende que no ha traicionado- y quienes tienen "deseo de cambio". "Son personas que no comparten el cien por cien de lo que decimos pero que, 25 años después, creeb que el cambio es bueno para Andalucía", sostuvo.
Acompañado de María San Gil, dirigente vasca del Partido Popular que recibe el apoyo de Arenas en esta campaña, el líder de los populares andaluces repasó las claves de su programa electoral y definió las claves de su campaña: "El cambio no tiene riesgo para nadie. Nuestra campaña está alejada del catostrofismo y parte de que algunas cosas han mejorado".
Lo que sí dejó claro el candidato popular es que no va a pedir el voto "para hacer lo mismo". Su objetivo es claro: hay que acabar "con la dialéctica del carné del PSOE y que el único documento válido sea el carné de identidad.
