El mar ha traído a las costas gaditanas en los últimos días seis cadáveres de inmigrantes que, con una edad media de 20 años, cruzaron el Estrecho en busca de una vida mejor arriesgando la suya. Una campaña de sensibilización tratará de poner fin a esta tragedia dando a conocer los peligros de la inmigración ilegal en universidades y en centros de Secundaria gaditanos y marroquíes.
Este programa del Obispado de Cádiz y de la asociación Cardijn tratará de trazar un puente de entendimiento entre las dos orillas para que la juventud conozca de primera mano las realidades de ambos lugares.
Son cientos de historias anónimas a las que podrán acercarse a través de la mirada de un joven marroquí que, tras emigrar clandestinamente, cuenta en una carta a su hermano las penalidades sufridas en la travesía por el Estrecho y la dureza de sobrevivir. Es el argumento del documental Mensaje en una botella, realizado por la Diputación de Cádiz con guión del periodista Juan José Téllez.
"Vamos a hacer un trabajo de diálogo y de reflexión para evitar los graves riesgos de la inmigración clandestina", dijo el responsable de Cardijn, Gabriel Delgado, quien señaló que este trimestre miles de jóvenes debatirán sobre el vídeo en sus centros.
Una inmigración clandestina que no cesa. Ayer mismo fue interceptada en Tarifa una patera con diez magrebíes que fueron atendidos por la Cruz Roja de síntomas de hipotermia y puestos a disposición policial para su repatriación.
Se trata de una tragedia humana de la que algunos se aprovechan, como M.O., un ciudadano marroquí de 54 años que ha sido condenado por la Audiencia de Málaga a cuatro años de prisión por trasladar en una patera, sin medidas de seguridad, a 37 hombres, dos de ellos menores, que se hundió por el sobrepeso.
