Utrera cuenta desde este fin de semana con su nueva biblioteca, que se convierte en el proyecto estrella del equipo de gobierno (PA) en lo que va de mandato. El lugar, una antigua casa palacio, permitirá suplir las carencias de la anterior biblioteca Catalina de Perea.
No será hasta dentro de unos días cuando funcione al 100% ya que, según explicó el concejal de Cultura, Francisco Serrano, "quedan cuestiones como el agua y la luz, que están en trámites, para que esté lista definitivamente". En cuanto al personal de la biblioteca, señaló que se cuenta con el mismo número de trabajadores que en el anterior edificio, aunque se está a la espera de una subvención para incrementarlo.
El alcalde, Francisco Jiménez (PA), se mostró "orgulloso como utrerano, andaluz y profesor" de contar con esta biblioteca y destacó la aportación de 600.000 euros por parte de Quat Invegest -encargada de gestionar el futuro centro logístico del municipio- y las subvenciones de la Junta de Andalucía para el mobiliario. El regidor confió en que "en los próximos años, el solar anexo, de propiedad privada, pueda integrarse como zona verde".
La biblioteca está instalada en la casa palacio de los Condes de la Maza, en la calle Álvarez Quintero, y es fruto de un convenio urbanístico del Ayuntamiento de Utrera con Hacienda Santa Marta. Ésta compró el inmueble a sus dueños y se lo cedió al Ayuntamiento de Utrera, que, a cambio, reclasificó terrenos en Vistalegre, de los que el 19% fue a parar a manos municipales. El inmueble experimentó una profunda rehabilitación para su nuevo uso, pero manteniendo el espíritu de la casa palacio.
Servicios . Sobre la biblioteca, el responsable municipal de Cultura señaló que "no tiene nada que ver con la antigua, ya que ésta sólo era una sala de estudio, y ahora hay un nuevo espacio cultural con múltiples posibilidades para el disfrute del pueblo". En este sentido, detalló que el edificio "está pensado para que sea una biblioteca viva y dinámica, que se convierta en un centro de referencia de la vida cultural y no sólo en un lugar donde se estudie o se tome prestado un libro".
El proyecto es una realidad tras una inversión de más de 735.000 euros, a los que hay que sumar el gasto de acondicionamiento con el material necesario, por lo que la financiación total supera el millón de euros.
El edificio tiene tres plantas de unos 500 metros cuadrados cada una. La primera acoge el fondo de biblioteca y los despachos para el personal; la planta baja alberga una sala infantil y otra de audiovisuales, así como un rincón joven y estancias dedicadas para las publicaciones periódicas; mientras que en el semisótano se encuentra el aula de estudio y de lectura, con 120 puestos en total.
Una novedad de las instalaciones se refiere a los recursos audiovisuales e informáticos. Y es que, además de la sala dedicada a ellos, también será posible el préstamo de este material.
La nueva biblioteca verá aumentar a 22 el número de ordenadores disponibles, frente a los cuatro equipos informáticos existentes en la Catalina de Perea.
De hecho, uno de los motivos por los que se decidió dejar ésta fue que no contaba con el acondicionamiento necesario, y no permitía la realización de actividades paralelas al no estar las salas insonorizadas. Por ejemplo, si la sala de estudio estaba ocupada por estudiantes y gente leyendo, se hacía difícil celebrar un encuentro entre lectores en otra sala, ya que se producían molestias entre los usuarios.
