El movimiento Slow Food (comida lenta) aboga por la vuelta a una alimentación Buena, Limpia y Justa, protegiendo la biodiversidad y defendiendo los valores y las culturas locales. Revindican el placer y la convivencia alrededor de la mesa. “Sin agricultura local no hay futuro”, son palabras del fundador y presidente del movimiento, el italiano Carlo Petrini, pronunciadas ayer en una interesante mesa redonda celebrada en el restaurante sevillano Tribeca.
Petrini se esforzó por transmitir la necesidad de hacer llegar a los políticos de la Unión Europea, que en 2012 debatirán sobre nuevas leyes agrícolas comunitarias, el despropósito de la producción biotecnológica y del cultivo de transgénicos, la necesidad de recuperar los espacios agrícolas locales con apoyo a las pequeñas y medianas explotaciones.
Los presentes, entre los que se encontraban representantes de la prensa y hosteleros como Enrique Becerra, José María Egaña o el propio anfitrión Eduardo Guardiola, coincidieron en la necesidad del regreso a la materia prima de calidad, buscándola en la producción cualificada del entorno, a la estacionalidad de los alimentos y a la puesta en valor de productos de calidad que el mercado actual no valora. Petrini calificó de desastre la situación agrícola europea actual, con una despoblación de los campos y un envejecimiento de su pirámide de población, con una legislación que pone muchas trabas al establecimiento de nuevos agricultores.
Se come mal, declaró el italiano, hay que educar desde el colegio, comer menos y mejor, Europa tira a la basura 90 millones de toneladas de comida al año.El año 2012 será clave para la agricultura en Europa, hay que plantar cara en Bruselas.
