Esta pandemia se debe fundamentalmente a una alimentación inadecuada y a la falta de actividad física, según los expertos, que coinciden en señalar la conveniencia de que profesionales impartan clases de nutrición en los colegios. Lo importante es una buena educación, recalcan.
El coordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, Jaime Dalmau, cree que en el colegio se tiene que enseñar a comer a los niños de forma divertida, "debería ser una asignatura", aunque añade que en casa también se tiene que practicar con el ejemplo. Pide a los padres que aunque tengan poco tiempo no opten por el camino más fácil y al niño se le dé dinero para que compre un dulce en vez de hacerle un bocadillo. Aclara que ningún alimento está prohibido, pero remarca que es muy importante comer sano durante toda la semana. "No importa que el domingo se haga un exceso, porque por un día no pasa nada, lo que no se debe hacer es comer mal de forma habitual", puntualiza.
Este experto además de reclamar que se den clases de nutrición reclama también que se deje de tratar a la asignatura de gimnasia como una maría, "porque hay niños que hacen mucho deporte, pero otros pasan demasiadas horas delante del ordenador o de la televisión", alerta Dalmau, quien afirma que por culpa de la obesidad ya hay niños que sufren prediabetes y esteatosis (grasa en el hígado).
De forma similar se expresa Álvaro Sánchez, nutricionista de Medica Diet. Explica que el nivel de educación está relacionado con el sobrepeso, por eso estima que sería muy positivo que se impartiese una asignatura de educación nutricional en los centros escolares. "Los niños tienen que aprender a alimentarse para saber elegir lo que pueden comer y cuándo, porque no pasa nada que de vez en cuando se opte por la comida rápida o la bollería industrial, lo malo es que se ingieran a diario", manifiesta Sánchez.
Este nutricionista propone además que también se den cursos a los padres, para que el trabajo que se hace con los niños en el colegio se continúe en la casa. Entiende que ahora los horarios laborales son muy extensos y se come en muy poco tiempo y mal, pero reivindica en la medida de lo posible que se vuelva a comer en familia, "porque en casa siempre se controlan mucho más las grasas que se consumen. También es muy importante optar por los alimentos frescos y naturales, que son mucho mejores que los precocinados".
Pero Sánchez va más allá y reclama que se limite la publicidad de determinados productos de bollería industrial y comida rápida, ya que en los anuncios siempre se relacionan con las celebraciones y esto incita a su consumo. "Es necesario que se dé más y mejor información sobre nutrición en los medios de comunicación", insiste.
Actividad física. También apuesta por la educación para frenar la obesidad infantil el presidente de la Fundación Alimentación Saludable, Jesús Román Martínez, quien propone que los colegios se integren en los programas educativos de formación y se favorezca la actividad física, además insta a los padres a que tomen más interés por lo que comen sus hijos fuera y dentro de casa. Este especialista aclara que la comida precocinada no tiene por qué ser mala, "los platos de verdura congelada con pollo son buenos, el problema es el desconocimiento y la falta de interés a la hora de seleccionar los alimentos que se compran, lo que lleva a dietas desequilibradas en las que escasean la verdura, la fruta, el pescados y las legumbres".
Asimismo, la presidenta de la Asociación pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (Adeces), Carmen Rodríguez, sugiere a los padres que den ejemplo con su alimentación y pide que se tenga mucho cuidado con los menores y cómo se trata el problema de su alimentación, porque alerta de que, según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, "hay niños de no más de 12 años que hacen actividad física de forma compulsiva para eliminar las calorías que engullen. El problema de los trastornos alimentarios hay que tenerlo siempre presente".
