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Una clase que mira al techo

El conservatorio Macarena sigue abierto pese al mal estado del edificio.

el 18 feb 2010 / 20:43 h.

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Los alumnos desfilaban ayer frente al aula que fue clausurada el viernes por el mal estado del techo.

Mientras Educación aguarda el informe de los técnicos para decidir si clausura el conservatorio Macarena, ayer, como cada tarde, los alumnos acudieron a clase acompañados por sus padres, que exigen una solución que garantice la seguridad de sus hijos. El mal estado del edificio, agravado por las últimas lluvias, obligó a desalojar el pasado viernes una de las aulas ante el riesgo de derrumbes y la Junta baraja ahora realojar a los niños en varios colegios de la zona.

"Quiero pensar que si se siguen dando las clases es porque el riesgo de que se venga abajo el techo no es importante, porque mi hijo está debajo". Como Francisco Antonio García, que acompañaba ayer a su hijo de nueve años, muchos de los padres se mostraron confiados aunque algo intranquilos ante la decisión de la Delegación de Educación de esperar un informe para actuar. "Yo voy a seguir trayendo a mi hija, porque si hubiera peligro habrían hecho algo", decía Manuela del Toro.

El miércoles, el director del centro, Ignacio Pérez de Aragón, remitió una circular a los padres para informarles de la caída de varios travesaños y advertirles de que no podía garantizar la seguridad de los menores y hoy mantendrá una reunión con Planificación Educativa. "Ya nos han comunicado que si, finalmente, hay que clausurar el centro habría que realojar a los 150 alumnos en colegios de Primaria de la zona aunque habría que prescindir del taller de iniciación musical", explicaba. Lo que sí tiene claro el director es que "si se produce cualquier otro incidente cerraré el centro" sin esperar a la decisión de Educación. Sin embargo, aseguró, "antes que el realojo preferimos que se arregle en condiciones el edificio aunque tengamos que parar las clases algún tiempo".

Anoche se reunió el claustro de profesores y el consejo escolar y algunos de los padres han tenido contactos con la delegación. De momento, los grupos del aula clausurada han sido realojados provisionalmente en la sala de espera y ésta se ha trasladado a un antiguo almacén.

En el conservatorio estudian niños de entre 8 y 13 años y en él se forma "la cantera de músicos de la que se nutren los centros profesionales". Por eso, Pérez de Aragón insiste en que, al margen de la decisión que tome ahora la Junta, "es necesario acometer una actuación en profundidad" en el edificio, que no se reforma desde los años 20.


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