Julio Diamante es el nombre que abre la colección Cineastas, una iniciativa de la Consejería de Cultura que quiere rendir tributo a los nombres cimeros del celuloide andaluz.
La obra de este mítico director y escritor gaditano queda representada en una recopilación que incluye cuatro de sus largometrajes -Los que no fuimos a la guerra, Tiempo de amar, El arte de vivir y La Carmen-, varios cortos -Antes del desayuno, El proceso y La lágrima del diablo- y una extensa entrevista, todo lo cual sorprenderá aún hoy por su calidad, audacia y absoluta modernidad.
Diamante presentó ayer en Sevilla esta primera entrega de la colección citando a Buñuel: "una película puede ser buena, regular o mala, pero nunca entrar en conflicto con la manera de pensar del director", dijo, y definió el cine como "un hecho de cultura y una plataforma de libertad. En la historia del hombre hay un antes y un después del nacimiento del cine. Imaginemos qué sería ver a Homero contándonos La Ilíada, asistir a una representación de Esquilo o a Julio César explicando cómo fue la conquista de las Galias.
El carácter testimonial del cine es portentoso, pero también nos dio la posibilidad de rescatar los sueños de los hombres", agregó.
¿Por qué filmes excelentes como Tiempo de amar o Los que no fuimos a la guerra no trascendieron más? "La vida de estas películas ha sido muy irregular", dijo Diamante. "Sufrieron censura, a menudo fueron estrenadas tarde y mal, o fueron vistas muy minoritariamente; por no hablar del hecho de que los medios oficiales me contemplaran siempre como un personaje más bien subversivo".
Como curiosidad, cabe destacar que el compositor Jordi Sabatés ha puesto música de modo excepcional al corto Antes del desayuno, debut de Diamante ante las cámaras en el que colaboró como cámara nada menos que Carlos Saura.
