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Una de cada tres mujeres dice a su médico que sufre maltrato

Una de cada tres mujeres que acuden a la consulta de su médico de cabecera en el Sistema Nacional de Salud (SNS) dice sufrir maltrato físico o psicológico en su entorno familiar que les genera, entre otros problemas de salud, ansiedad, trastornos del sueño y disfunciones sexuales. (Foto: El Correo)

el 15 sep 2009 / 01:37 h.

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Una de cada tres mujeres que acuden a la consulta de su médico de cabecera en el Sistema Nacional de Salud (SNS) dice sufrir maltrato físico o psicológico en su entorno familiar que les genera, entre otros problemas de salud, ansiedad, trastornos del sueño y disfunciones sexuales, según una encuesta realizada entre 1.300 mujeres que acudieron a la Atención Primaria en 1999 y en 2006.

El estudio fue presentado hoy en rueda de prensa por el doctor Julio Zarco, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), quien acompañado por el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, inauguró el VIII Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEN), que se celebra hasta este viernes en Madrid.

Según explicó el doctor Zarco, los malos tratos se han convertido "en uno de los seis motivos más frecuentes por los que las mujeres de España acuden a la consulta de AP", junto a otros problemas de salud como la anticoncepción oral, las alteraciones en las relaciones sexuales y la anticoncepción poscoital.

"Hace una década, las mujeres españolas acudían al médico de AP sobre todo para la revisión ginecológica o problemas físicos como la dismenorrea, tumor mamario o embarazo. Ahora lo son los problemas sexuales, los de anticoncepción y la violencia de género, además de las consultas de estética y las relacionadas con hábitos como el tabaquismo y el alcoholismo las más frecuentes", señaló el experto.

El presidente de Semergen dice que el aumento de los casos de violencia de género detectados por los profesionales de la AP se debe a que este problema "se ha socializado, somos conscientes de su existencia" y a que la estructura de la familia tradicional "no ha sabido" adaptarse a los cambios sociales que ha vivido la mujer, que ahora debe trabajar y además hacerse cargo del hogar.

LAS JOVENES, PREOCUPADAS POR LA ESTETICA.

"Tenemos casos de violencia doméstica tanto física como psíquica, mujeres a las que su pareja no les deja trabajar o desarrollarse como personas porque la carga de los hijos es toda suya", indicó.

El doctor Zarco destaca también que "cada vez son más" las mujeres de menos de 30 años que acuden a las consultas para pedir información sobre problemas estéticos que, según el experto, en su mayoría "no son problemas objetivos" y están relacionados "con la visión distorsionada del físico que difunden los medios de comunicación y el culto al cuerpo de la sociedad actual".

Además, hizo hincapié en que las consultas por enfermedades de trasmisión sexual (ETS), como la gonorrea o la hepatitis, "han aumentado un 17 por ciento en los últimos 10 años" por el menor uso de preservativos. Asimismo, en los últimos cinco años ha aumentado en un 25 por ciento la demanda de la píldora poscoital en AP.

Para Zarco, estos cambios se deben al nuevo perfil de la mujer que en España acude a las consultas de AP del SNS, que cada vez es más joven, ya la edad media ha bajado de los 55 a los 32 años y tiene menor preparación académica, dado que el 21 por ciento de mujeres con trabajo cualificado que acudían a lo público en 1999 se convirtió en el 10 en 2006. "Cada vez son más las mujeres con estudios y trabajo cualificado que optan por la sanidad privada", aseveró.

Entre ellas, cada vez hay más mujeres inmigrantes, porcentaje que ha subido un 20 por ciento en los últimos siete años, pasando del 12 por ciento de 1999 al 32 por ciento actual. "Según la encuesta, el 59 por ciento del total de las mujeres inmigrantes en AP son latinoamericanas, el 39 por ciento de países del este y el 2 por ciento de países asiáticos o africanos", precisó.

Paralelo a este cambio de perfil de la mujer que acude a la AP pública, se ha producido una disminución de la frecuentación de las pacientes a la consulta respecto al porcentaje de los hombres, pasando del 69 por ciento de hace 10 años al actual 55 por ciento, y cada vez son más las que llegan a la consulta del médico de cabecera con información de Internet que, en muchas ocasiones, es errónea.

VIVIREMOS MAS, PERO ENFERMAS Y CON MAS PRESIONES.

En España viven unos 22 millones de mujeres que, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), tienen una esperanza de vida de unos 82,9 años que podría llegar a los 85,1 años en 2020. Sin embargo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2006, que presenta datos europeos que coinciden con los españoles, una de cada cuatro sufre una enfermedad crónica.

Según estos datos, recogidos en el Eurostat 2006, a pesar de que el 45 por ciento de las europeas muere por enfermedades cardiovasculares como la EPOC o la bronquitis crónica, enfermedades que antes eran más frecuentes en hombres, el 25 por ciento de este sector de la población fuma, una de cada cinco europeas tiene sobrepeso, aumenta el consumo de alcohol y disminuyen los chequeos.

La segunda causa de muerte entre las europeas es el cáncer (26%), la tercera las enfermedades respiratorias (6%) y los accidentes de tráfico y los suicidios (5%). Por edades, las principales causas de muerte entre las menores de 30 años son los accidentes en carretera, entre las mujeres de 30 a 35 años el suicidio y entre los 35 y los 65 el cáncer.

"Es llamativo el descenso de la edad de las mujeres a las que se les detecta depresión en la AP, a pesar de que el número de casos apenas ha variado en los últimos 10 años, y que la principal causa de muerte entre las mujeres de 30 a 35 años sea el suicidio", resaltó.

A juicio del doctor Zarco, las "crecientes expectativas laborales y sociales" a las que debe enfrentarse la mujer en la sociedad actual comienzan cada vez "a edades más tempranas" y chocan con la necesidad de conciliarlas con la vida familiar y con el reloj biológico que, sobre los 30 años, demanda a las mujeres tener hijos.

Según explicó, el choque entre ambas demandas genera estrés a estas mujeres, además de depresiones que pueden acabar en suicidio y que, en cualquier caso, "adelantan lo que antes se conocía como la crisis de los 40 hasta los 30".

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