Primera víctima de la delicada situación por la que atraviesa la industria de aderezo de aceituna de mesa, fruto de la caída del consumo por la crisis económica y las dificultades para obtener crédito en la banca para afrontar la campaña. Se trata de la envasadora utrerana Agroaceitunera.
Esta compañía, una de las más importantes del sector en Sevilla, ha solicitado el concurso voluntario de acreedores -la antigua figura de la suspensión de pagos- debido a sus problemas de liquidez y ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas, según confirmaron a este periódico fuentes próximas a la empresa, cuya actividad radica en el municipio de Utrera.
El negocio de Agroaceitunera está volcado principalmente hacia la exportación y, de hecho, posee una filial de distribución en la ciudad estadounidense de Miami. Exporsevilla, Candelita, Esa y Lola son sus marcas más conocidas y la plantilla la conforman en la actualidad unos 150 empleados. Es una de las firmas más emblemáticas de esta industria, fundada en el año 1915 y propiedad de la familia sevillana De la Serna.
Ese concurso de acreedores se solicitó el jueves de la semana pasada y el mismo día fue comunicado a los trabajadores, según fuentes de CCOO. La razón alegada fue la ausencia de liquidez. Este diario intentó ayer recoger las explicaciones de la aceitunera, sin que la dirección respondiera.
Las últimas cuentas de la envasadora disponibles en el Registro Mercantil son las del ejercicio de 2007 y hablan de una cifra de negocio de 18,3 millones de euros y un beneficio neto de 311.748. Su endeudamiento superaba los 20 millones de euros, de los que 15 millones eran créditos a corto plazo. En este sentido, es común a la industria la petición a la banca de pólizas tanto para afrontar la campaña (compra de materia prima) como para financiar el stock acumulado (la aceituna sin vender). Y ambas, pero principalmente esta última, están siendo actualmente el principal lastre para las envasadoras.
No en vano, la principal asociación de esta industria, Asemesa , firmó un convenio con la consejera de Agricultura, Clara Aguilera, para que, desde su departamento, se facilitaran cauces de financiación (con apoyo directo temporal o garantías frente a los bancos y las cajas). Sin embargo, los empresarios denuncian que, hasta ahora, no se ha habilitado nada.
Desde CCOO no comprenden cómo la firma de Utrera ha caído en esta situación, cuando tan sólo hace un año que se mudó a unas nuevas instalaciones en el municipio y concentró en ellas la actividad que tenía en la fábrica de Dos Hermanas -la antigua Exporsevilla-. Es más, recalcan que recibió de la Junta de Andalucía "más de un millón de euros en subvenciones".
La fuente destacó que la dirección de la empresa le comunicó a la plantilla que hay posibilidades de vender la compañía, pero mientras tanto no había tenido más remedio que suspender pagos. "Nos consta que la familia, cuya profesionalidad está avalada y es un referente en el sector, hará todo lo posible por sacar adelante a esta empresa", resaltaron desde la industria. La plantilla recibe su salario, aunque con algún retraso.
