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Una década del brutal asesinato

Diez años después del asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García, tiroteados por pistoleros de ETA, la ciudad podrá recordarlos esta madrugada en el mismo lugar del crimen.

el 14 sep 2009 / 23:23 h.

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Diez años después del asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García, tiroteados por pistoleros de ETA, la ciudad podrá recordarlos esta madrugada en el mismo lugar del crimen. Su familia ha organizado también un acto en el que los arroparán otras víctimas del terrorismo.

La hora a la que el concejal popular y su esposa regresaban a casa tras tomar unas copas en el bar Antigüedades ha sido el momento elegido por sus familiares y amigos para, en la esquina de la calle Don Remondo, donde murieron, celebrar una vigilia de recuerdo. Una ofrenda floral y velas, como las que espontáneamente colocaron entonces sevillanos anónimos, servirán de punto de partida para el homenaje.

"Por supuesto que estaré en Sevilla, y si no estuviera haría todo lo posible para estar", decía ayer Soledad Becerril, que vivió como alcaldesa esos momentos, los peores de su vida, como los ha calificado muchas veces. "Para mí es una obligación y un deber recordar públicamente -porque en privado me acuerdo de ellos cada día- por qué murieron Aberto y Ascen, dos sevillanos jóvenes a los que ETA mató por defender la libertad y el Estado de Derecho. La ciudad debe saberlo y transmitirlo a las generaciones más jóvenes".

Tras el asesinato, Becerril pidió que se elaborara un álbum con fotos, recortes y recuerdos de la pareja. Un ejemplar fue entregado a sus tres hijos, entonces de nueve, seis y cuatro años; y varios más descansas en el archivo municipal.

La pareja cayó abatida por sendos disparos en la nuca. Una vecina oyó gritar a Ascensión, de la que todos dijeron al día siguiente que murió con su marido porque nunca se separaba de él. Jiménez Becerril fue el noveno edil del PP muerto durante la ofensiva contra los populares que ETA anunció meses antes. Sobre el suelo quedaron las tres flores rosas que llevaban a sus hijos para que celebraran al día siguiente el Día de la Paz en el colegio. Y empezó entonces una de las noches más largas que recuerdan los concejales sevillanos.

"Que te despierten a las tres de la madrugada para decirte que han matado a dos amigos tuyos es algo que nunca se olvida, un trauma para siempre", dice el ex portavoz de IU Luis Pizarro, íntimo amigo de Alberto. "Todos me preguntan si de verdad éramos tan amigos, y lo éramos; teníamos durísimas discusiones en los plenos, y luego nos íbamos de copas".

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