La quema de ataúdes con restos inorgánicos de difuntos al aire libre en el cementerio no es una situación puntual debido a una avería. Hay constancia de varias denuncias sindicales. La más antigua, de 1996. La práctica se prohibió por decreto en 2001. Desde entonces se han sucedido las críticas porque se seguía llevando a cabo.
El 19 de enero de 1996, -con el gobierno del PP- el comité de seguridad del Ayuntamiento de Sevilla emitió un informe, que fue remitido a la Inspección de Trabajo, en el que se advertía de la quema "rutinaria de ataúdes" al aire libre en el cementerio. Desde entonces se han sucedido las denuncias escritas y verbales sobre los problemas para gestionar los restos de las exhumaciones, incluso después de que en 2001 se aprobase el decreto que prohíbe esta práctica. Hay documentos firmados por representantes sindicales de 2005, 2007 y principios de 2008 alertando de esta infracción. El martes fue denunciada ante la Oficina Técnica de la Sección de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, el Seprona por los delegados de Prevención de los cuatro sindicatos, en un documento en el que subraya que se realiza por "órdenes del jefe de servicio". Según fuentes de la Benemérita, ya se ha abierto una investigación para evaluar si se han cometido delitos contra el Medio Ambiente por parte de la dirección del camposanto.
El PP ha liderado estos días la denuncia de estos hechos. Fue el concejal Ignacio Flores quien salió públicamente con las imágenes capturadas en el camposanto el pasado miércoles. Ayer, volvió a denunciar la actitud del equipo de Gobierno que había atribuido estos hechos a una situación puntual que desconocía la dirección de la Delegación de Salud y Consumo: "Es mentira. Hay avisos desde 2005 de que el horno está averiado y de que se queman ataúdes al aire libre. No dicen la verdad. Deben explicar desde cuándo se está cometiendo esta infracción en el cementerio".
Flores hizo alusión a la primera reacción de la Delegación de Salud y Consumo, protagonizada por el director de área y ex edil José Antonio García. Garantizó que no se haría más, aseguró que desconocía que se llevaba a cabo y lo atribuyó a una situación puntual. Aunque García no es el responsable directo del camposanto -hay un director, cargo que ocupaba antes José Antonio Infiestas y ahora Antonio del Cerro-, sus afirmaciones fueron desmentidas por el PP y los sindicatos, y matizadas por las palabras del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. "He encargado un informe para determinar las veces que se ha hecho, por qué y con qué base. Hay que definir cuántas veces se ha realizado a lo largo de los últimos 15 ó 20 años", apuntó el regidor quien puntualizó, respecto a la denuncia de los sindicatos ante el Seprona, que "podían haberlo puesto en conocimiento del alcalde". "Deberían haber dicho, oiga, que está pasando esto y consideramos que no debe hacerse o que ahora no debe hacerse aunque antes se haya hecho".
La portavoz del Gobierno, Maribel Montaño, se mantuvo en los argumentos del área de Salud: "Se trata de una medida provisional por la rotura de uno de los hornos. Pedimos disculpas por lo ocurrido a todas las personas que se hayan podido sentir heridas".
Precisamente para resolverlo, José Antonio García se desplazó ayer al cementerio para mantener una reunión con la dirección. Su objetivo es impulsar la instalación de otro horno o de un compactador, una adquisición que lleva años pendiente. Mientras tanto, no habrá exhumaciones.
