La tercera teniente de alcalde de Lucena del Puerto (Huelva), Socorro Moro, y el secretario de Relaciones Institucionales de Nuevas Generaciones (NNGG) de Andalucía, Víctor Mora, han sido los últimos en sumarse a la treintena de militantes del PP en ocupar cargos de coordinador en talleres de distrito, según destapó este periódico y el PSOE no dudó en calificar después como "una trama de enchufismo". Según consta en las facturas emitidas en noviembre por las empresas adjudicatarias del servicio, ambos dirigentes fueron contratados como coordinadores de talleres del Distrito Triana, donde ya se conocía que tenía esa misma responsabilidad el vicesecretario de NNGG de Sevilla, Alberto Galbis.
Socorro Moro concurrió a las elecciones municipales con el PP en Lucena del Puerto (Huelva) como número 2.
Aunque el PSOE fue la fuerza más votada, no obtuvo la mayoría y el PP se hizo con la Alcaldía tras pactar con los independientes, ocupando el puesto de tercera teniente de alcalde. Ese cargo no le ha impedido ser a la vez coordinadora de talleres del Distrito Triana. También se vincula como coordinador de talleres en ese distrito a Víctor Moro que, además de cargo en NNGG, concurrió como número 10 en las listas que el PP presentó a las elecciones municipales en la localidad sevillana de Villanueva del Río y Minas.
Con estos son ya tres los nombres de militantes del PP vinculados a los talleres del Distrito Triana, junto a Galbis. El dirigente de Nuevas Generaciones ha estado esta semana en el centro del debate después de que la oposición denunciara que ocupaba dos cargos en el Ayuntamiento, el de coordinador de talleres y el de representante en la Oficina del Defensor del Ciudadano, algo que el gobierno municipal se apresuró a explicar apelando a que no se incurría en ninguna ilegalidad ya que los puestos eran compatibles.
El Ayuntamiento declinó ayer aclarar estos nuevos casos, aunque el discurso mantenido en los casos anteriores defendía la legalidad del proceso de contratación de las empresas, a la vez que rechazaba que tuviera que renunciara a su puesto todo el que fuera afín o militante al PP, ya que argumentaban que la cuota "era mínima" y similar a la de militantes del PSOE e IU. Sí actuó, en cambio, con los familiares de concejales que ocupaban cargos en los distritos por considerarlo "poco estético". El alcalde, Juan Ignacio Zoido, forzó así la renuncia de cinco coordinadores de distrito por su vínculo de parentesco con tres concejales y un diputado provincial.
