El PSOE está librando su particular batalla por la Alcaldía en 2011. El partido, una estructura habituada a los pulsos internos, está pendiente de una reestructuración determinante. El último congreso socialista dio un impulso a los comités ejecutivos locales como la receta para salir de la crisis que el PSOE atraviesa en muchas de las capitales. Como Sevilla.
En la capital, la Ejecutiva Municipal ha irrumpido como un agente decisivo en el pulso interno del partido. José Antonio Viera controla la provincia y Alfredo Sánchez Monteseirín tiene, de momento, mayoría en la capital. En juego hay mucho. De ahí que sea determinante el reglamento aprobado en el último Comité Federal del PSOE para regular esta nueva estructura de las grandes ciudades, que especifica cuál es realmente su papel en el proceso de elección del candidato de 2011, el motivo fundamental de este enfrentamiento entre las dos corrientes del partido.
"La agrupación municipal de una gran ciudad integra a las agrupaciones de distrito de su ámbito, siendo un órgano de coordinación política que no desempeña funciones orgánicas". Ésta es la definición de los estatutos, que se completa con un listado de competencias. Las principales, la coordinación con el grupo municipal, la elaboración del programa electoral y la elaboración "conjunta con el candidato de la lista para las elecciones municipales". Pero ni rastro del leit motiv de todo este conflicto: la designación del cabeza de lista en los comicios.
Ciertamente, no aparece en la regulación expresa de la Comisión Ejecutiva Municipal, pero sí en la normativa reguladora de cargos públicos, también actualizada en el último comité federal del partido. Hay dos procesos para elegir un candidato a las elecciones. Por un lado, las primarias (el proceso por el que llegó Monteseirín a la Alcaldía). Si esto ocurre, la Ejecutiva Municipal propondrá su candidato y la Provincial podrá plantear el otro. Pero luego, la lista queda exclusivamente en manos de la Ejecutiva Municipal "de común acuerdo con el candidato". Por otro, las listas cerradas, el sistema habitual. El escenario es incluso más favorable a Monteseirín. Sólo valen, según los estatutos, dos tipos de propuestas: la que presente la Comisión Ejecutiva Municipal y la que lleve el apoyo del 20% de los militantes.
Esto no quiere decir que el Provincial quede apartado del proceso. Debe supervisarlo y es decisivo, puesto que cualquier candidatura debe pasar por la Comisión de Garantías Electorales Provincial. Debe dar el visto bueno antes de que la lista llegue al PSOE federal.
Pero, ¿qué ocurre si no hay Comisión Ejecutiva Municipal? Que el peso recae casi exclusivamente en el Provincial. De ahí la importancia de los plazos. Y la relevancia de la disposición adicional introducida por el PSOE federal el pasado mes de noviembre que desmontaba el plazo máximo de seis meses fijado en el último congreso: "En aquellos municipios en los que la puesta en marcha de la agrupación municipal requiera la previa reestructuración de las actuales agrupaciones existentes, la Comisión Ejecutiva Regional, previo informe de la Provincial, podrá solicitar de forma razonada a la Comisión Ejecutiva Federal un plazo extraordinario".
Sevilla cumple el primer requisito -el segundo, la explicación "razonada", queda en manos de la dirección provincial-. Para poner en marcha este organismo se requiere ajustar la división del PSOE en la ciudad al reparto administrativo de los distritos. Y en Sevilla hay un desajuste importente.
Dos ejemplos: Nervión-San Pablo -con casi 600 militantes- debe dividirse, y Bellavista, San Jerónimo y Pino Montano -con otros 600- deben unirse. Todo esto sin incluir el factor Macarena, una agrupación dirigida por una gestora que no ha podido llevar a cabo su asamblea dentro del plazo y a la que probablemente haya que esperar.
Y hay más. Una vez que se hayan reestructurado las agrupaciones locales, deben convocarse asambleas para la designación de los representantes en la comisión ejecutiva municipal. El reparto debe ser proporcional al número de militantes de cada agrupación de distrito. Pero será una votación específica, que en nada tiene que ver con el proceso que vive el PSOE estos días. Ahora no se eligen delegados. Se eligen las direcciones de las agrupaciones que, eso sí, pueden determinar a medio plazo la orientación de sus asambleas.
La agrupación municipal tendrá así su asamblea -con los delegados elegidos por las agrupaciones- que elegirá al comité municipal y a la comisión ejecutiva. En cualquier caso, son miembros incuestionables de estos órganos el alcalde, el portavoz del grupo municipal socialista y los concejales responsables de distritos.
Pero para todo esto aún no hay plazos. Estamos en la primera fase. Aún se debe determinar quién controla ahora la capital -un interrogante que se resolverá en las grandes agrupaciones de Centro y Cerro y en las más pequeñas como Bellavista y San Jerónimo-. A partir de ahí, sólo hay unos estatutos, con tantas normas como excepciones.
