El portavoz municipal del PSOE, Fernando Alcaide, recordó al respecto:"No es la primera vez que denunciamos el mal estado y abandono de las veredas, vías pecuarias y caminos rurales". No obstante, el problema se extiende, según ellos, a los viarios del casco urbano que acceden a otro entorno, "también abandonado, como es el parque periurbano de la cañada real del Coronil", según expresó.
El líder del PSOE rememoró que en su día ya dio la voz de alarma ante "el riesgo al que está sometido dicho parque periurbano" debido a una de las modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente y que, en su opinión, "lo ponen en peligro", dado que podría verse afectado "por las urbanizaciones anexas previstas".
De igual modo, el concejal del principal partido de la oposición recriminó que las partidas dedicadas a la conservación de infraestructuras y zonas verdes se hayan reducido "casi un 80%", lo que, a su juicio, está provocando el "deterioro del parque periurbano y de sus accesos debido al abandono y la falta de vigilancia".
Mantenimiento. El concejal del PA, por su parte, le replicó que en el caso de la cañada real del Coronil, fruto de la denuncia de la oposición, sí es el Ayuntamiento de Utrera el que debe cuidar su estado, "tras un acuerdo con la Junta de Andalucía y al haberse instalado, con cargo a las arcas municipales, un merendero y barbacoa en el lugar".
No obstante, el resto de cañadas reales "es competencia de la Junta de Andalucía, aunque tampoco toma cartas en el asunto", en palabras del responsable municipal de Medio Ambiente. Pese a ello, garantizó que van a intentar cubrir el mayor número de caminos rurales, veredas y vías pecuarias posible, aunque no sean de su competencia.
Por otro lado, aprovechó para recalcar que la existencia de escombros es fruto de las actuaciones de "personas inconscientes que los arrojan en cualquier sitio, en lugar de acudir al punto limpio que hay en el polígono El Torno". De hecho, este vertedero controlado está especialmente preparado para recoger vertidos y desechos de difícil eliminación, de manera que no acaben abandonados en la vía pública, en los contenedores que hay repartidos por el pueblo o en el campo.
El objetivo de esta medida se garantizar que el campo que rodea el casco urbano no presente un aspecto deplorable y que la gente que hace uso de estos senderos, tanto para pasear como para hacer deporte o por necesidad, no tenga que hacerlo entre montañas de basura.
