Trabajadores y proveedores de la empresa de Mairena del Alcor Sanrocon se han unido para exigir al dueño de esta constructora, Francisco Sánchez Rodríguez, que les abone el dinero que les adeuda, aproximadamente 10 millones de euros, según denunció ayer uno de los empresarios afectados, José María Arcenegui, al que Sanrocon le debe 928.000 euros, pero en circunstancias similares nos encontramos entre 20 y 30 empresas, remarcó. Ante estos problemas de impago que les están llevando a la ruina, proveedores y trabajadores se concentraron el viernes ante el hotel Mairena, cuyo propietario, según los manifestantes, es Sánchez Rodríguez, aunque está a nombre de otra persona, aseguró Arcenegui. Un protesta que se realizó el viernes y lunes pasados y que, a partir de ahora, se repetirá todos los viernes. Este empresario acreedor, que se dedica fundamentalmente al vidrio y acabado de edificios, recordó que él lleva trabajando con Sanrocon desde hace 24 años y que hasta ahora no había tenido problemas con los pagos, incluso teníamos una relación de amistad, algo que ya se ha terminado porque no paga lo que me debe desde octubre de 2012, se lamentó por el giro negativo que ha dado su relación con el propietario de Sanrocon por no cumplir con los compromisos adquiridos. Arcenegui admitió que la empresa Sanrocon está en concurso de acreedores, pero su propietario, que es directivo de la patronal de la construcción, Gaesco, tiene muchas propiedades con las que puede hacer frente a sus deudas, pero no lo hace porque no reza que sean suyas, las tiene puestas a nombre de terceros, aseguró con rotundidad. José María Arcenegui indicó que su firma, con sede en Paradas, llegó a tener 87 trabajadores, pero por la crisis y los impagos ahora en plantilla sólo tiene a 19 operarios. Yo puedo seguir adelante con mi negocio porque estaba libre de cargas, pero para no cerrar he tenido que hipotecar propiedades y vender incluso dos pisos, uno que tenía en la playa y otro en Sevilla, se quejó. Por su parte, los trabajadores que el viernes se concentraron junto a los proveedores ante el hotel Mairena indicaron que Sanrocon puede adeudar a la plantilla cerca de un millón de euros por el impago de nóminas. Señalaron que todavía no han cobrado las dos pagas extra de 2011 y 2012, un porcentaje de la nómina del mes de octubre de 2012, y los sueldos íntegros de noviembre y diciembre de 2012 y de febrero de 2013. Esta situación, según los empleados, está causando graves problemas a muchos trabajadores, que están pasando incluso hambre. Esta empresa, que nació en los años 70, fue una de las más importantes de Mairena del Alcor, llegando a tener más de 150 trabajadores, pero ahora, según indicaron los miembros de su plantilla, sólo somos 80 empleados, que además estamos sujetos a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Miembros de la plantilla que acudieron el viernes a la movilización recordaron que el 4 de enero de este año se les comunicó el ERTE, que tenía una duración de seis meses, para el que se llegó a un acuerdo el 18 de enero, pero en julio se pactó otra prórroga de dos meses, porque la empresa alegó que no tiene ni trabajo ni dinero. Además, ahora, según explicaron los trabajadores, se enfrentan a un expediente de regulación de empleo (ERE), acordado con la empresa, por el cual Sanrocon se compromete a pagar el 50% de los despidos el 31 de diciembre y el otro 50% el 31 de marzo del próximo año, pero abonando sólo entre un 60% o 70% menos de los que nos correspondería percibir. Estos trabajadores censuraron cómo ha actuado la empresa con ellos, porque además de las deudas, cuando fueron al paro no comenzaron a cobrar el subsidio de desempleo hasta el 10 abril, lo que unido a las nóminas que se nos debe nuestra situación es más que complicada, se quejaron. Por ello, van a pedir a los grupos municipales del Ayuntamiento de Mairena del Alcor que respalden una moción de respaldo a la plantilla. De hecho, el lunes, el alcalde del municipio, el popular Ricardo Antonio Sánchez, se pasó por la concentración para mostrar su apoyo tanto a los empleados como a los proveedores. Este periódico intentó contactar con el propietario o con algún responsable de la empresa Sanrocon, pero no logró que nadie facilitase su versión de los hechos.