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Una foto imposible

El apretón de manos que esta semana se dieron el cordobés José Montilla, a la sazón presidente de la Generalidad de Cataluña, y el líder mayoritario de la oposición, Artur Mas, líder de Convergencia i Unió, costaría reeditarlo en Andalucía.

el 15 sep 2009 / 16:13 h.

El apretón de manos que esta semana se dieron el cordobés José Montilla, a la sazón presidente de la Generalidad de Cataluña, y el líder mayoritario de la oposición, Artur Mas, líder de Convergencia i Unió, costaría reeditarlo en Andalucía. Sería incluso más difícil que trasplantar a la UE el plan de rescate de EEUU al sistema financiero de dicho país.

Y es que, como la pela es la pela, el Parlamento catalán aprobó el jueves una propuesta de resolución conjunta sobre financiación autonómica que se aviene a lo dispuesto en el Estatut y que, sin llegar a concretar una cifra sino un espíritu determinado, supondrá el mascarón de proa en la negociación con el Estado. Visto lo visto, ¿alguien imagina a Manuel Chaves y a Javier Arenas posando juntos para el fotomatón de esta historia? No. Pero tampoco hay que asustarse: en Cataluña, el acuerdo ha sido posible entre el centro-derecha nacionalista y los socialistas seminacionalizados. Los conservadores de toda la vida siguen fuera de juego. El Parlament aprobó la resolución unitaria con los 117 votos a favor por parte de los diputados del tripartito (PSC, ERC e ICV) y de CiU, pero con el rechazo explícito del PP y de Ciutadans. Ese gesto conjunto da una fuerza negociadora a Cataluña de la que Andalucía va a carecer.

Es cierto que el PP de Juan Ignacio Zoido, desde su grupo municipal de Sevilla, incluye en su estrategia la conciliación con el PSOE para intentar arrinconar a IU y desgastar aún más al alcalde Alfredo Monteseirín, en horas bajas dentro del PSOE, sin embargo, Arenas sigue empeñado en la confrontación y ya tiene que tener rayado el vinilo del Diguem no de Raimon o el último éxito de Amy Winehouse, que viene a decir lo mismo pero en inglés. Para él, Manuel Chaves parece ser algo más que un adversario. Y, ya se sabe, al enemigo ni agua. Sería hasta cierto punto comprensible dicha actitud en el asunto de la deuda histórica: la propuesta de pago en especies formulada esta semana por el Gobierno resultaría simplemente risible si a nuestra comunidad no le urgiera liquidez en vez de patrimonio. Si ya resulta complicado vender desde la Casa Rosa que se haya incumplido la fecha de cuantificación prevista por el Estatuto, la oposición no va a cargar con semejante muerto por amor al arte.

Durante el debate sobre la designación de director general de la RTVA que se vivió esta semana en el Parlamento, PSOE y PP emularon de nuevo a los Pimpinela, mientras IU cantaba Let it be. Bueno está. Pero, ¿tanta distancia hay en materia de financiación como para que no alquilemos conjuntamente el disfraz del Cobrador del Frac antes de pillar un Ave hacia Madrid? Da la sensación de que al PP andaluz no le interesa tanto que Andalucía gane como que ganen ellos. Pero quizá la vía más directa hacia el Palacio de San Telmo no sea la agresividad de un combate de Pressing Catch sino la aparente armonía de una prueba de piragüismo. Y conste que no se trata de entonar juntos Amigos para siempre porque sería conculcar la necesaria y legítima tensión de la democracia. Sólo que sería recomendable, al menos esta vez, el fair play antes de que nos hagan la pascua.

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