La historia de Carmen Fernández, que falleció antes de que la Junta le pagara los 1,7 millones con los que fue condenada a indemnizarla por la retirada indebida de sus hijos Iván y Sara, parece no desenmarañarse nunca. El dinero está bloqueado por un trámite legal y su albacea ha presentado una queja contra el juzgado por frenar su cobro, aunque el caso está en la Audiencia.
La millonaria herencia de Carmen, que la Junta ingresó en una cuenta poco después de que ella muriera, en diciembre de 2007, está pendiente de que se resuelva un recurso de apelación que su abogado realizó antes de su fallecimiento. El recurso, que protestaba por la decisión del juzgado de Familia 7 de adelantarle sólo 72.000 euros hasta que el Tribunal Constitucional ratificara que debía cobrar los 1,7 millones de euros, fue trasladado a la Audiencia de Sevilla para que decidiera.
Carmen Fernández falleció poco después. Cuando el Constitucional pronunció la última palabra y ratificó que la mujer debía recibir los 1,7 millones, sin más posibilidades de recurso, ese trámite pendiente perdió sentido, pero ahí estaba, en manos de la Audiencia, aún sin resolver.
Cuatro meses después, la albacea de Carmen, que pidió en marzo al juzgado de Familia que le entregara el dinero, ha presentado una queja formal ante el Decanato de los Jueces porque acusa al juez de no entregarle el dinero y considera que ese hecho se ha convertido en "el único obstáculo" en su "cometido de cumplir el mandato expreso de la señora Fernández", según aseguró ayer María Dolores Serrera en un comunicado enviado a este periódico.
En él se especifica que la primera solicitud para cobrar la herencia se hizo el 11 de marzo, se repitió los días 18 y 19 de marzo y, "ante el silencio del juzgado", el 10 de abril. El Decanato, según este escrito, abrió el 16 de abril un expediente de queja.
Pero el juzgado ha recibido la acusación con asombro. Fuentes de Familia 7 explicaron ayer que, "como se ha informado a la albacea", el caso fue trasladado y "el juzgado no puede decidir sobre el vacío, sobre un asunto que no está aquí sino en la Audiencia porque ésta es la que debe resolver el recurso que se presentó".
La albacea de Carmen Fernández, que ayer no respondió a las llamadas de este periódico para intentar aclarar por qué no se ha hecho la petición a la Audiencia en lugar de al juzgado, insiste en su escrito en el "relevante perjuicio" que la situación actual tiene sobre la herencia, "al continuar el dinero retenido presuntamente sin rentar interés alguno así como otra serie de consecuencias que de ello pudieran derivarse".
La responsable del cumplimiento de la última voluntad de Carmen Fernández recuerda que como albacea tiene plenos poderes sobre el testamento y la herencia y se extraña de que se esgrima como motivo del bloqueo la ausencia de Sara, la mayor de los hermanos retirados, que está en República Dominicana y tiene problemas para poder regresar.
Pero según fuentes cercanas al caso, la única forma de que la situación avance es que los herederos se personen en lugar de Carmen en el recurso abierto en la Audiencia, que quedó paralizado al morir la mujer. Entonces, la Audiencia podrá cerrarlo y devolverá el expediente al juzgado, que entonces sí podrá tramitar las peticiones que ha hecho la albacea. Del dinero deben beneficiarse, en principio, los cuatro hijos de Carmen: los hermanos Iván y Sara y otros dos, de más edad, que la mujer había tenido de una relación anterior.
