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Cultura

Una leyenda hermafrodita

Giménez Bartlett resucita a La Pastora en ‘Donde nadie te encuentre', último premio Nadal.

el 01 mar 2011 / 21:03 h.

El premio Nadal dio este año la sorpresa recayendo sobre Alicia Giménez-Bartlett, una escritora considerada por el gran público dentro del género negrocriminal, pero que en Donde nadie te encuentre se lanza a contar la historia de Teresa Pla Meseguer, hermafrodita que vivió realmente en la zona del Maestrazgo, se enroló en el maquis y, ya como bandolero, tuvo en jaque a la Guardia Civil durante años.

"La Pastora es una persona que nace con una malformación genital, la familia la inscribe en el registro como mujer, y como tal vivió la mayor parte de su vida", explica Giménez Bartlett. No olvidemos que aquella era una España muy atrasada, donde las diferencias se hacían pagar. Ella aprendió la violencia para sobrevivir al escarnio de la gente, ingresó en el maquis y sintió por primera vez en su vida que pertenecía a una comunidad. Allí cambió de sexo, se cortó el pelo, se vistió de hombre y cumplió su deseo de siempre. Cuando siguió en el monte como bandolero, se forjó su mito".

La escritora, famosa sobre todo por su saga de la inspectora Petra Delicado, comenta que "ya había escrito otras cosas que no eran novela negra, si bien es cierto que con escaso éxito. Las novelas policíacas sí me han dado cierta notoriedad, pero Donde nadie te encuentre se parece más a Una habitación ajena, el libro que escribí sobre la cocinera de Virginia Woolf. De todos modos, es verdad que el trabajo literario consiste casi siempre en lo mismo, en meterte en un tema y ponerte a contar lo mejor que sepas", afirma.

Lo seguro es que su intención no ha sido escribir sobre la Guerra Civil, ese subgénero que vuelve a estar de moda gracias a este premio Nadal y al Primavera que acaba de conquistar Raúl del Pozo.

"En realidad yo no estaba interesada en una novela sobre la Guerra Civil, una época de la que ya hay novelas buenísimas, estudios muy serios... Pero mientras sigan saliendo a la luz historias insólitas, como la de La Pastora, seguirá habiendo novelistas dispuestos a contarlas.

Almudena Grandes acaba de sacar al personaje de Inés [en su novela Inés y la alegría], yo he tirado por Teresa Pla... Bienvenidos sean todos. Lo malo sería que se convirtiera en una moda, y que los escritores anduviéramos marcando tendencias, como los grandes modistos", agrega.

Pero la historia de esta novela se remonta a mucho tiempo atrás, según recuerda la propia Giménez Bartlett: "Hace 12 años intenté escribir por primera vez esta novela. Mi editorial de entonces, Plaza & Janés, dio el visto bueno, pero no había documentación ninguna.

"Enviamos a un documentalista a la zona y él te lo busca todo", me dijeron. Buscaron a un periodista y licenciado en Historia, fue al Maestrazgo... Y volvió diciendo que no había nada que hacer. Había un pacto de silencio clarísimo, ¿por qué? La gente que vive en pueblos pequeños se conoce y no quiere recordar enfrentamientos entre vecinos. Esto acaba cuando José Calvo publica en una editorial pequeña el resultado de cinco años de investigaciones [el libro La Pastora, del mote al mito]. A él si le abrieron su corazón porque es de allí, y salieron como mil páginas de testimonios. Creí que había venido Dios a verme. Ahora José está un poco arrepentido, porque le dan mucha tabarra. Pero es impresionante que la única entrevista que concedió La Pastora se la diera a él", desgrana.

En la ficción novelesca, dos personajes -un periodista barcelonés y un psiquiatra de La Sorbona- seguirán las huellas de La Pastora, que en Donde nadie te encuentre se antoja, más que un ser humano, un icono de alcance universal. "Este personaje es un símbolo de la soledad. Es un ser que nace solo, que da tumbos, que es rechazado por la sociedad y muere solo. Nadie de la familia reclama sus cenizas. Por otro lado, es un ejemplo de supervivencia, tiene ese instinto que compartimos con los animales y que nos induce a saber que es mejor estar vivo que muerto, y que hay que intentar que nadie te quite la identidad. Y, por último, para que la sociedad lo respete tiene que echar mano de la violencia", subraya la escritora.

La escritora que inició con Ritos de muerte (1996) la saga de la inspectora Petra Delicado, que le ha valido entre otros el premio Raymond Chandler -que también poseen celebridades como John le Carré o John Grisham-, lleva ya ocho entregas y una adaptación televisiva de la serie, y no deja ninguna duda sobre su próximo retorno a la novela negra: "¿Que si volveré? ¡Encantada de la vida! Los lectores del género son fidelísimos, hay un diálogo con ellos constante y muy grato. Además, tengo colegas geniales que nos vemos en los festivales y nos matamos a risas y cervezas. Lo reivindico a tope, sobre todo lo de las cervezas", concluye con desenfado.

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