Cultura

Una magnífica producción

Obra: Oliver Twist. Lugar: Teatro Central 27 de diciembre. Adaptación y Dirección: Ramón Bocanegra. Música original: Manuel Calleja. Producción: Carmen Montes. Intérpretes: David Pavón, Verónica Rojas, Judith Esteban, Juanjo Macías, Paco Pérez, Cristina Almazán, María Varod, Gregor Acuña, Miguel Mateos, Paz Alarcón, José María del Castillo, Manuel D.C., Augusto J.C., José de la Concepción S. Calificación: ***

el 27 dic 2013 / 23:34 h.

Debido a su impronta narrativa no resulta nada fácil adaptar Oliver Twist al teatro, sobre todo si, como es el caso, se enmarca dentro del género del musical y se dirige a un público infantil. En ese sentido hay que reconocer la valentía de esta propuesta, que nace con vocación de fidelidad. Para ello Ramón Bocanegra ha contado con una impresionante producción, teniendo en cuenta que parte de una compañía modesta. Porque aun contando con la ayuda de instituciones como la Consejería de Cultura y Deportes o la Dirección General de Personas Mayores, Infancia y Familia de la Junta de Andalucía, lo cierto es que subir a escena a más de cincuenta intérpretes (entre los que se encuentra veintiocho niños) en los tiempos que corren no puede calificarse más que de una bendita locura. En ese sentido debemos resaltar la magnífica labor de regiduría ya que, tal y como está planteada, la puesta en escena se resuelve con una continua entrada y salida a escena de los personajes que pueblan esta historia tan tremenda, con la que por desgracia todavía podemos llegar a identificarnos. Otro reto superado por la producción es encontrar a actores y actrices capaces de derrochar talento en la interpretación de las canciones. Y es que, lejos de lo que pudiera suponerse tratándose como se trata de una obra infantil, la composición musical de Manolo Calleja resulta tan compleja como solemne, quizás demasiado. Claro que, tal y como Bocanegra ha reconocido, su adaptación pretende no huir de la crudeza con la que Dickens retrata las miserables condiciones de vida a las que estaba abocada la clase trabajadora de su época. Tal vez por eso esta nueva propuesta presenta un excesivo corte narrativo que le imprime un ritmo irregular y alarga las escenas. Por otra parte no se entiende la heterogeneidad en cuanto a la labor actoral, ya que junto a actuaciones que perfilan una clara máscara, como la de Fagin, magistralmente interpretado por Gregor Acuña, o la del juez, con la que Juanjo Macías hace las delicias del público derrochando comicidad, otros personajes como el del Sr. Brownlow se decantan por un naturalismo que chirria con el resto. No obstante, la puesta en escena se sirve de un vistoso vestuario y nos regala hermosas imágenes y los niños, con David Pavón a la cabeza, nos brindan una lección de disciplina y frescura actoral.        

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