El proyecto impulsado por la Universidad de Sevilla para reconstruir el apogeo de la civilización romana en la Bética occidental ha documentado 80 nuevos yacimientos Las Cabezas de San Juan, Utrera y en Espera (Cádiz), lo que prueba la "densísima" población de la región durante la dominación romana.
José Beltrán, el arqueólogo que lidera el proyecto -bautizado Análisis arqueológico del poblamiento en el Bajo Guadalquivir. De las campiñas de Sevilla a la sierra de Cádiz-, explicó que después de que la Junta aprobara el proyecto en 2003, el equipo que dirige en colaboración con el arqueólogo de la Hispalense José Luis Escacena ha investigado profusamente el pasado romano de estos municipios.
A lo largo de estos años, el equipo, formado por entre 10 y 15 arqueólogos, profesores, licenciados y estudiantes especializados de la Universidad de Sevilla ha cartografiado y documentado los nuevos yacimientos, casi 50 en Las Cabezas de San Juan, unos 14 en Utrera -sin haber colmatado su término municipal- y 15 en Espera.
En casi todos los casos se trata de pequeños asentamientos humanos, villas, enclaves rurales o explotaciones agrícolas, que muestra la gran aportación del Bajo Guadalquivir a la economía romana, principalmente por su producción de aceite y minerales.
Los hallazgos se reducen a monedas, objetos metálicos y piezas de cerámica, aunque gracias a ellos los expertos están reconstruyendo el pasado romano del Bajo Guadalquivir. Antes de arrancar este proyecto, en Las Cabezas de San Juan sólo existían tres yacimientos romanos documentados.
La lectura histórica de estos yacimientos revela el "importante lugar" que este área jugaba en la Hispania romana como zona densamente poblada y rica en recursos, así como la organización de la región en "centros de poder" que, en su mayoría, decayeron a partir del siglo II después de Cristo.