Exposición 'Parque Centenario' del Parque de María Luisa. / Foto: Pepo Herrera
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Hace ya un siglo, la duquesa de Montpensier, la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, regaló a Sevilla, ciudad a la que le declaraba «verdadero amor» según confesó en el discurso de cesión, buena parte los jardines de su palacio, que servirían de inicio para lo que hoy conocemos como Parque de María Luisa. Para conmemorar esta efemérides, el Ayuntamiento ha organizado una muestra, que puede visitarse hasta el 27 de julio (de martes a domingo, de 10:00 a 14:00 y de 17:30 a 21:00 horas. Lunes cerrado) en el Casino de la Exposición, que reúne 130 piezas entre fotografías, audiovisuales y réplicas de documentos históricos, extraídos de la hemeroteca y la fototeca, que repasan la historia de esta zona de la capital.
Parque Centenario es el título de esta selección de obras, acompañadas por un discurso didáctico que trata de ilustrar al visitante sobre los distintos periodos que ha atravesado este pulmón verde. El recorrido, que cuenta con macetones y bancos que simulan el entorno del recinto, parte de la cesión de los terrenos por parte de la infanta, para repasar las etapas de los primeros gestores, sus días grises el periodo de abandono que sufrió tras la Exposición Iberoamericana y la situación actual.
También se analiza la actuación que sobre este parque ejercieron el francés Jean-Claude Nicolas Forestier, y los arquitectos Aníbal González y Vicente Traver. Otro apartado se centra en la relación del jardín con el mundo de las letras, con protagonistas como las glorietas de Bécquer, Cervantes, los hermanos Quintero o Luca de Tena.
Exposición 'Parque Centenario' del Parque de María Luisa. / Foto: Pepo Herrera
La joya de la exposición es la réplica de la misiva, por la que la entonces duquesa regalaba esta zona a la capital, en la que proclamaba su pasión por la ciudad y le agradecía el cariño con el que la había tratado tanto a ella como a sus hijos.
La muestra, que está comisariada por la profesora de Historia del Arte Amparo Graciani, la inauguró ayer el alcalde, Juan Ignacio Zoido, que recordó en su discurso que este parque forma parte de la memoria colectiva de la ciudad: «Todos los sevillanos han jugado allí con las palomas y cada uno de sus lugares, sus árboles o sus plazas cuentan una historia». Al acto acudió también una descendiente directa de los duques de Montpensier, Gerarda de Orleans y Borbón, que agradeció la iniciativa del Ayuntamiento, ya que permite no sólo recordar el origen, sino los acontecimientos que fueron conformando estos jardines.
Otro de los artífices de Parque Centenario es el director de Proyectos del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), Juan Lucas Chaves, que ha diseñado la muestra. «Pretendemos que el visitante entre en el parque desde el Casino de la Exposición y que pueda asomarse al palacio de los duques de Montpensier, que además aparecen también aquí recreados, asomados a un balcón, y puedan conocer cómo se ideó su estructura». Para ello, además del recorrido entre bancos y macetones, paneles informativos y láminas, el espectador podrá conocer curiosidades como las películas que se rodaron en su interior, cuál ha sido su relación con las fiestas de la ciudad acogió la Feria de Abril durante varias décadas y conocer también sus peores momentos de conservación.
Entre las imágenes más llamativas de la muestra, destacan aquellas que reflejan el periodo de construcción del parque, su adaptación a la Exposición Iberoamericana de 1929 y escenas históricas como los pabellones de la Plaza de América cubiertos de blanco tras la histórica nevada de 1954.
Además, Parque Centenario reserva un apartado especial para el 85 aniversario del Casino de la Exposición, una de las aportaciones arquitectónicas que hizo el sucesor de Aníbal González, Vicente Traver cuya hija acudió al acto de inauguración a la arquitectura de la ciudad y que hoy, en estos días de conmemoración, sigue aguardando que se culmine la restauración de su cúpula a medio terminar a falta de que elConsistorio reserve presupuesto para ello y se acometa una rehabilitación integral, dado su mal estado de conservación.
