La violencia en Irak vino marcada ayer por la acción de una mujer suicida, que mató a 16 personas e hirió a otras 25, entre ellas mujeres y niños, en un atentado perpetrado en la ciudad de Miqdadiya, 90 kilómetros al noreste de la capital iraquí. Las fuentes explicaron que la suicida detonó un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo ante un grupo de miembros tribales. La ciudad de Miqdadiya es uno de los bastiones de Al Qaeda.
Además, diez personas murieron en un atentado suicida contra un puesto de control del ejército iraquí y milicias tribales en la provincia de Diyala. Las víctimas son siete soldados iraquíes y tres milicianos que se encontraban en un puesto de control situado en la ciudad de Mansuriya, 60 kilómetros al noreste de Baquba, capital de Diyala. Otras cuatro personas fallecieron, entre ellas dos dirigentes tribales, en un ataque de los rebeldes en Mosul.
