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Una mujer huye de Sevilla y pide ayuda para no tener que entregar su hijo a su padre "maltratador"

el 28 mar 2011 / 13:25 h.

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Una mujer ha huido de Sevilla con su hijo de cuatro años de edad  tras la decisión adoptada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer  número 2 de conceder la guarda y custodia del menor al padre, sobre  el que pesa una condena de nueve meses de prisión por maltratar a su  ex pareja y madre del pequeño.  

En una carta remitida a Europa Press, la madre del menor de edad  relata que el Juzgado acordó que la entrega se hiciera la pasada  semana, advirtiendo el propio Juzgado de que, en caso de no  comparecer para hacer efectiva la entrega, "se procederá al  cumplimiento de la entrega de guarda y custodia al padre con auxilio  de la Fuerza Pública, y ello sin perjuicio de deducir testimonio al  Juzgado de Instrucción por desobediencia a la autoridad judicial".  

Pues bien, la mujer, "desesperada", ha decidido abandonar Sevilla  e incumplir la orden del juez, haciendo pública una carta en la que  "pide Justicia para mi hijo y para mí, ya que si entrego mi hijo a su  padre, que no lo conoce y que es un maltratador, la vida de mi hijo  corre peligro debido a su enfermedad". "Pido socorro y que alguien me  pueda ayudar para que este infierno termine", añade.  

En este sentido, asevera que, tras no hacer entrega de su hijo,  "me encuentro en búsqueda y captura, como una terrorista", por lo que  "quisiera que se enterara toda España" de lo que está sucediendo y de  que "mi exmarido nos abandonó a mi hijo --que tiene cinco tipos de  enfermedades diagnosticadas-- y a mí, no queriendo saber nada de su  propio hijo". "En cinco meses que mi hijo ha estado enfermo, ni su  padre ni nadie de la familia paterna ha preguntado por su estado de  salud", agrega.

EL JUEZ "CONDENA" AL MENOR

Así, relata que, además de la condena por maltrato, su exmarido  "tiene dos juicios penales pendientes de juicio, uno por quebrantar  la orden de alejamiento en presencia de mi hijo y otro por las graves  lesiones que le causó a mi padre", pero el juez, "conociendo todos  estos hechos, condena a mi niño a vivir con un maltratador".
 

"Mi vida sin mi hijo, que está enfermo y que sólo ha visto a su  padre 18 horas dentro del punto de encuentro, no tiene sentido, por  lo que le pido a Dios que me lleve con él si me quitan a mi hijo y se  lo dan a su padre, que no conoce nada de su vida y de sus  enfermedades", según prosigue esta mujer en la carta, agregando  además que "el que debía estar en búsqueda y captura es el  maltratador de mi exmarido". "Nunca se ha visto una mayor  injusticia", sentencia.  

El pasado día 17 de febrero el Juzgado de Violencia sobre la Mujer  número 2 celebró una comparecencia en la que tanto el Ministerio  Público como el abogado del padre interesaron el cambio de guarda y  custodia a favor de éste último, tras lo cual el juez dictó un auto  en el que adoptaba como medida "cautelar" atribuir la custodia al  progenitor, siendo la patria potestad compartida por ambos. Asimismo,  acordó dejar sin efecto la obligación del padre de abonar la pensión  de alimentos por importe de 500 euros y declara la obligación de la  madre de abonar 250 euros.  

"INCUMPLIMIENTOS REITERADOS" DE LA MADRE

En el auto, consultado por Europa Press, el juez llama la atención  sobre "los incumplimientos reiterados de la madre" de acudir al punto  de encuentro, lo que motivó que se le impusiera una multa coercitiva  en julio de 2010, y señala que, "pese a ello, no se llevaron a cabo  las visitas tuteladas previstas para el 9 de septiembre, 14 y 28 de  octubre", señalando que los técnicos del punto de encuentro "dejaban  constancia de que se ha podido observar una evolución positiva en la  adaptación del menor a los encuentros con su padre, mostrándose el  mismo sonriente, dinámico y participativo".  

Así, los técnicos "aconsejaron que, para la progresión del régimen  de visitas, las mismas se pudieran efectuar en un entorno más natural  y, por ende, fuera del punto de encuentro, lo que le fue notificado a  la madre el 22 de octubre de 2010". Tras ello, y según prosigue el  juez, "las incomparecencias de los días 11 y 25 de noviembre y 2 de  diciembre de 2010 se justificaron alegando una diarrea intermitente,  y las de los días 9 y 16 de diciembre aportando partes médicos",  hasta que el 22 de diciembre de 2010 "el abuelo materno manifestó al  punto de encuentro que su nieto no acudirá a ninguna visita prevista  mientras el Juzgado no se pronuncie".  

"FALTA DE COLABORACION"

Tras resaltar "la falta de colaboración" de la madre, el juez dice  que "no es dable utilizar la enfermedad que pudiera sufrir el menor  como mecanismo para evitar el contacto con su padre, llegando a  difuminar la figura paterna hasta el punto de que el menor llame a su  abuelo 'papá'", agregando que, "si bien es cierto que el menor estuvo  ingresado algunos días de noviembre en el Macarena, ello no puede  suponer una generalización del estado de salud del mismo que le  imposibilite de forma crónica y reiterada para acudir al punto de  encuentro".  

El hecho "de haber dejado de acudir al colegio en el primer  trimestre en 18 ocasiones no supone un absentismo ni tampoco una  situación de enfermedad prolongada en el tiempo, más allá de algunos  episodios concretos", añade el juez en el auto, en el que asevera que  "lo que se está poniendo al descubierto es un evidente problema de  aptitud de la madre para cumplir con el conjunto del papel que  conlleva ser guardador y custodio exclusivo del hijo", por lo que  acuerda dar la custodia al padre.  

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