En la manifestación, que partió desde la zona de La Casilla pasadas las cinco y media de la tarde, y concluyó una hora y media después en el Ayuntamiento de la capital vizcaína, participaron miembros del PNV, EA, Aralar, EB, Alternatiba, ERC y la propia izquierda abertzale.
El manifiesto final, leído por dos de los convocantes (la profesora de las ikastolas del franquismo Kontxita Beitia y el miembro de la diáspora vasca César Arrondo), recordó que el objetivo de esta convocatoria era "adoptar una disposición activa, decidida, resuelta" porque "la Paz y la Democracia con mayúsculas requieren del compromiso de todas y de todos". "El eco de nuestro silencio, el silencio plural y activo de las miles de personas que nos hemos dado cita aquí, el de las miles de conciencias más que sintonizan de pleno con el objetivo contenido en esta manifestación. El eco ensordecedor de este silencio activo, decidido, resuelto, ha de retumbar allá donde corresponda. De momento en el Gobierno de España, en su Fiscalía General, en el Tribunal Supremo", explicaron.
Asimismo, añadieron que, después de la presentación de los estatutos de Sortu el pasado 7 de febrero, "no sólo no aceptamos un no por respuesta", sino que "no son de recibo cuarentenas sobrevenidas o consideraciones antijurídicas influenciadas por intereses políticos". En este sentido, señalaron que "la esperanza comienza a entrar de nuevo en la sociedad vasca" y desean que "esta vez venga para quedarse".
En concreto, precisaron que la esperanza se refiere a que "el alto el fuego de ETA se convierta en definitivo", al fin de "cualquier actividad violenta, de cualquier imposición antidemocrática", al respeto a los derechos humanos, civiles y políticos, individuales y colectivos, a la instauración de una democracia "integradora que nunca antes hemos conocido en Euskal Herria". "En definitiva, la esperanza de la Paz", insistieron.
En declaraciones previas a la marcha el representante de la izquierda abertzale Aitor Bezares aseveró que ésta "ya se ha movido" y "es hora de que se mueva el Estado español" permitiendo la legalización de Sortu, porque "si continúa en esta línea represiva e ilegalizadora, debe saber que se encontrará enfrente un pueblo que está harto".
en silencio. La marcha transcurrió silenciosa, salvo por los numerosos irrintzis -un grito característico del País Vasco- que se lanzaron durante la misma, sin ningún lema ni pancarta al margen de la que abría la comitiva y con varias ikurriñas en manos de algunos manifestantes. La pancarta fue portada por los convocantes de la manifestación, entre los que se hallaban Jesús Uzkudun (CCOO), el exalcalde de Getxo Iñaki Zarroa (PNV) o los responsables de la lectura del manifiesto. Tras ellos, marcharon varios responsables de Sortu, entre otros estaba Iñaki Zabaleta.
La convocatoria también contó con la presencia de miembros del PNV como sus parlamentarios Nerea Antia, Ínigo Iturrate, Maribel Bakero, Bakartxo Tejeria, Mikel Martínez, Unai Rementeria y María Eugenia Arrizabalaga, así como el candidato a la Alcaldía de San Sebastián, Eneko Goia.
En delegación de Aralar estuvo presente su vicecoordinador, Jon Abril, mientras que la representación de Euskoa Alkartasuna estaba encabezada por su secretario general, Peio Urizar, y la de Ezker Batua-Berdeak por el coordinador general de esta formación, Mikel Arana. También acudieron el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, Oskar Matute (Alternatiba), Joan Ridau (ERC), el expresidente del Athletic Club José María Arrate o el abogado Íñigo Iruin.
Esta manifestación se celebró tan sólo un día después de que la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmarse que va a instar al Tribunal Supremo -antes del 11 de marzo- a que prohíba el registro de Sortu en el Ministerio del Interior por ser una "continuación" de la ilegalizada Batasuna.
Por ello, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, defendió que la manifestación de Bilbao es la de los "inmovilistas" y se dirigió a los convocantes para advertirles de que "la culpa de que no sean legales la tiene ETA, su matriz, ellos mismos por defender ese proyecto totalitario". "Tienen que exigir su legalización a ETA, reclamarle derechos políticos y apremiarla para que deje las armas y nos deje en paz una vez por todas", subrayó.
Entretanto el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, afirmó ayer que, frente a "algunos que quieren hacer ver que ahora lo más importante de la política vasca es saber si Sortu es o no legalizado", los socialistas vascos creen que "lo que realmente importa, lo que preocupa a los ciudadanos es: superar la crisis económica".
