Abrir una lata de refresco, llamar por el móvil o llenar un vaso de agua volverán a ser una tarea cotidiana para Carlota. Y es que la pequeña, de sólo 13 años, es la primera niña europea a la que se le ha implantado una mano robótica muy similar a la humana.
Hasta hace apenas 21 días su brazo izquierdo sujetaba una prótesis estética. Esto es, una mano prácticamente inmóvil cuya función es pasar desapercibida al ser poco funcional (no permite mover los dedos o asir objetos pequeños como las tazas, un tapón o un DVD). "Sólo podía hacer pinza. Ahora puedo coger mejor el vaso, teclear en el ordenador... Y además controlo mejor la fuerza", aseguró ayer la niña.
Carlota nació con una amputación congénita de su brazo izquierdo y desde los tres años llevaba consigo la prótesis mioeléctrica antes explicada.
Su nueva mano biónica funciona con un sistema de control intuitivo que parte de una serie de electrodos que se colocan en el muñón. Hay que tener en cuenta que los movimientos se generan una vez la persona piensa qué quiere hacer. En décimas de segundo, este deseo se transforma en una señal eléctrica que llega y activa el músculo responsable de la acción. En el caso de Carlota, la señal eléctrica no puede llegar al músculo porque tiene la extremidad amputada.
Así que se envía a los electrodos y éstos accionan la mano según ordene el cerebro de la niña. La doctora Marisa Cabrera, coordinadora de la unidad de Ortopedia del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona donde se ha practicado el implante, subrayó que Carlota ha mostrado una adaptación "inmediata" a su nueva extremidad dado que llevaba 10 años usando una prótesis mioeléctrica y ya conoce el procedimiento de tener que enviar señales eléctricas. A esto se suma que el equipo médico ha logrado colocar el nuevo brazo en el mismo encaje de su antigua prótesis.
De este modo, únicamente tendrá que acordarse de cargar la batería que nutre el complejo dispositivo por las noches. "Es anatómicamente perfecta, porque la movilidad de los dedos es casi perfecta", apostilló la doctora. De hecho, permite movimientos impensables hasta el momento como coger una llave y abrir la puerta.
Es más, David Llobera, técnico de la Unidad Integral de Atención al Niño Amputado, destacó otra virtud de la mano biónica que él considera excepcional: "Visualmente es una mano muy natural. La gente no se da cuenta de que llevas una prótesis". Así explicó que Carlota aún no tiene el guante que cubre el brazo artificial y que simula perfectamente la mano humana. De ahí que aún sea visible su armazón interno, que ha sido desarrollado por la empresa Touch Bionics. En este sentido, la niña se mostró ansiosa por mostrar su nueva piel. "La otra era un poco fea", aseguró.
