Si después de las uvas tiene pensado ir de cotillón o hacer una ruta por domicilios de familiares y amigos, olvídese del paraguas. Aunque esta semana la lluvia volverá a hacerse presente en Sevilla y el mismo día 31 amanecerá nuboso y cubierto en la capital, con posibilidad de algún chubasco disperso, el estreno del Año Nuevo traerá consigo la llegada de un anticiclón con tiempo en general estable y soleado.
Ésa es la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que para el día de fin de año establece una probabilidad de lluvia del 60% en la capital, riesgo que irá desapareciendo a medida que avancen las horas, y unas temperaturas que oscilarán entre los 16 grados de máxima y los 12 de mínima.
En concreto, el pronóstico de la Aemet para el día 31 de diciembre anuncia en Andalucía cielos muy nubosos o cubiertos, disminuyendo la nubosidad a intervalos nubosos durante el día, con precipitaciones débiles, localmente moderadas, menos probables en el extremo oriental de la región. Las precipitaciones tenderán a disminuir y remitir durante el día. Las temperaturas máximas, por su parte, se mantendrán sin cambios, mientras que las mínimas experimentarán un ligero a moderado ascenso.
Para el día de Año Nuevo, aunque se mantienen los intervalos nubosos, el riesgo de precipitaciones se reduce a un 20%, oscilando las temperaturas entre los 16 de máxima y los 9 de mínima que soportarán los que salgan de casa después de las uvas. La lluvia, no obstante, sí será protagonista en Sevilla este jueves, cuando la entrada de una borrasca atlántica deje precipitaciones en el cuadrante suroeste de la península, que podrán ser persistentes o localmente fuertes en puntos de Andalucía occidental.
Tras las últimas lluvias, en Sevilla el río se encuentra a 5,74 metros sobre el nivel del mar con una tendencia creciente coincidiendo con la pleamar.