El economista Fernando Trías de Bes (Barcelona, 1967) acaba de publicar Mil millones de mejillones (Temas de Hoy), una parodia satírica en la que varios de los deportistas, cantantes y, sobre todo, políticos más famosos del panorama internacional se ven envueltos en el naufragio de un barco, lo que les lleva a una isla desierta.
En este tono hilarante, reforzadas además por las caricaturas de Toni Batllori, el economista ofrece una parábola acerca de cómo nació el dinero a través de esta reunión de personalidades propiciada por la hipotética boda de Berlusconi con una modelo. Nada más y nada menos.
"Tras establecerse en la isla, la clase política necesita una moneda y, como no tienen ni oro ni cobre ni nada, escogen las cáscaras de mejillón", explica el autor que, asimismo, recuerda que "el dinero no es más que una convención; de hecho, en la Segunda Guerra Mundial se utilizaban los cigarrillos".
Con la creación de este singular universo, explicado por un humilde camarero, Trías de Bes pretende facilitar la comprensión de cómo funciona la economía, "un tema demasiado árido" para el público medio.
Entre los personajes que desfilan por esa isla destaca Michael Jackson: "Bueno, realmente es Carod-Rovira... Es que invitan a toda la flor y nata de la clase política mundial y se olvidan de él, que se disfraza de Michael Jackson para estar en el barco".
En la obra, como en la historia, el dinero se va enrevesando, hasta que los políticos llegan a contraer una deuda de mil millones de cáscaras de mejillón con un isla cercana donde habitan chinos surgidos de otro naufragio.
Desde este ejemplo peculiar de globalización a la marinera, el economista señala que "con ella hay cada vez menos monedas, menos mercado y, por ello, los Estados cada vez dependen más de la financiación exterior, porque no tienen ya su propia máquina de hacer billetes".
