Por tanto, esa súper rotonda, como la conocen en el departamento municipal de Obras Públicas, está llamada a convertirse en el corazón de Entrenúcleos, Una zona en la que se prevé que en el próximo lustro se trasladen a vivir más de 10.000 personas, y eso sólo contando a los residentes de las casi 4.200 Viviendas de Protección Oficial (VPO) del tercer plan de vivienda que ya está en marcha.
El Ayuntamiento nazareno también ha convertido la gran rotonda en una pieza clave para la regulación del tráfico, que no sólo aumentará por el crecimiento de la población en la zona, sino que por allí también pasarán los vehículos procedentes de la futura ronda de circunvalación de Sevilla, SE-40, así como las idas y venidas de la gente que se recoja de la línea 1 del Metro de Sevilla, cuya extensión tranviaria hasta el núcleo urbano de Dos Hermanas irá por el bulevar hacia el sur que conecta la rotonda.
Sin embargo, el Consistorio no está dispuesto a desaprovechar el terreno, ya que se trata más de una plaza que de una glorieta. Con un radio de 82,65 metros y una superficie de 21.460 metros cuadrados, será cuatro veces más grande que algunas de las más importantes de la ciudad, como las que se encuentran en la avenida de España o incluso la de la avenida de Europa, en el núcleo de Montequinto. Por lo que no sólo albergará la parada del tranvía, sino que está previsto que en su interior se construya algún tipo de edificación.
El Ayuntamiento de Dos Hermanas siempre ha considerado que la instalación de rotondas es "la forma más adecuada de evitar atascos y aglomeraciones de coches", según precisó en su momento Francisco Rodríguez, concejal de Obras Públicas, y bien conocen tanto los vecinos como los miles de sevillanos que atraviesan la ciudad.
El edil señaló que, según los estudios que maneja el Consistorio, se constata que "precisamente en las calles de Dos Hermanas donde no hay rotondas es donde hay más problemas de tráfico", en referencia a los viarios interiores del centro histórico del municipio.