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Una pareja gay lleva a los tribunales al colegio que negó plaza a su hijo

Admitida a trámite la denuncia contra el Yago School por un delito contra los derechos fundamentales.

el 06 nov 2012 / 22:38 h.

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Iván Vallejo y Ricardo Lucas, con su hijo Rodrigo, cuya solicitud para entrar en el colegio Yago School le fue denegada.

Ricardo e Iván, el matrimonio gay sevillano cuyo hijo de tres años no fue admitido en un colegio privado por supuesta "homofobia", han llevado el caso a los tribunales. El Juzgado Número 2 de Sevilla ha admitido a trámite la denuncia contra el centro educativo por un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales del Código Penal.

Según informó ayer Yolanda Hervás, la abogada del caso, la acusación por vía penal contra el Yago School de Castilleja de la Cuesta fue presentada el pasado mes de junio, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha sido ratificada por Ricardo Lucas e Iván Vallejo, los padres del pequeño Rodrigo, que actualmente recibe clases en un colegio público, ya que no pudo conseguir plaza en el centro demandado.

Como prueba anticipada en este procedimiento judicial, Ricardo e Iván solicitan que se libre de oficio la Consejería de Educación para que remita al juzgado el expediente del procedimiento sancionador que abrió la Junta el pasado mes de febrero, así como los informes realizados por la inspectora en los que se basa dicho expediente.

La historia se remonta a septiembre de 2011, cuando los padres de Rodrigo tienen el primer contacto con el colegio Yago School, un centro que se autodefine en su web como laico y que "promueve valores que fomentan el respeto a los derechos humanos y el diálogo". Entonces le fue denegada la matrícula al niño con el argumento de que no disponía de plazas, pese a que días atrás sí había vacantes. El cambio de parecer coincide con el momento en que el centro fue informado de que el menor no tenía uno sino dos padres. Esa es la versión que defienden Ricardo e Iván. El centro, por su parte, siempre ha negado tales acusaciones, aunque la Consejería de Educación llegó a abrir una investigación para esclarecer lo ocurrido. Ahora será un juez el que aclare si efectivamente hubo o no "homofobia" con la exclusión del pequeño.

Pase a toso, los padres ya no quieren inscribir a su niño en el colegio, por lo que este curso han optado por un centro público. Se sienten defraudados después de haber mostrado su interés por un centro laico y bilingüe. Precisamente, ello empujó a Ricardo e Iván a consultar si era posible inscribir allí a su hijo. La petición, por e-mail, se produjo en septiembre de 2011. Aunque en principio les dijeron que había vacantes, eso cambió días después, coincidiendo con que indicaron que eran una pareja gay.

En ese momento no asociaron la exclusión a ningún caso de discriminación, hasta que, ya en febrero, unos amigos les comentaron que la matriculación en el colegio para el próximo curso seguía abierta. "Mi vecina y mi hermana llamaron y les dieron una cita indicando que había plazas", recordó Lucas. Ante esa situación, difundieron su caso en la web actuable.es, donde en dos días recabaron 2.000 apoyos, y se dirigieron al delegado provincial de Educación, Jaime Mougán. También la federación andaluza Colegas les mostró su apoyo, solicitando un cambio en la normativa de selección de alumnos de los colegios privados.

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