De todos es sabido el amor que la madre del Rey, Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, le profesaba a Sevilla. Cada primavera solía alojarse en el hotel Alfonso XIII, lugar que acoge hasta el próximo 1 de junio una exposición con las mejores fotografías de sus 28 últimos años de vida.
La apertura de esta exposición supone la antesala de lo que ocurrirá en la tarde de hoy en los aledaños de la Plaza de Toros de la Maestranza, donde Don Juan Carlos descubrirá una estatua en honor a su madre. Con un presupuesto total de 324.000 euros, la efigie reproduce en bronce la figura de Doña María de las Mercedes montada a caballo.
Se trata de un monumento que, impulsado por la Fundación Doña María de las Mercedes, rinde homenaje a una mujer que nunca ocultó su predilección por Sevilla y que se ubica concretamente entre la entrada a la Casa de la Real Maestranza de Caballería y el comienzo de la verja de la plaza de toros.
La exposición fotográfica, por su parte, cuenta con las 80 mejores instantáneas del que fuera su fotógrafo oficial en Sevilla desde 1972, Manuel Gallardo.
En la presentación de la muestra, Gallardo destacó que "Doña María de las Mercedes era una mujer entrañable: siempre me preguntaba por mi mujer y mis hijas; también se preocupaba por todos y cada uno de los trabajadores del hotel que le solían atender en su habitación".
En las fotografías más antiguas, correspondientes a la década de los 70, Doña María de las Mercedes aún se valía por sí misma, época en la que comenzó a frecuentar más Sevilla. No obstante, una fractura de cadera y diversos problemas de salud la obligaron a permanecer en silla de ruedas desde principios de los 80, motivo que no le impidió viajar con asiduidad a la capital hispalense, en numerosas ocasiones junto a su nieta la Infanta Doña Elena.
Tradiciones. La madre del Rey venía cada primavera a Sevilla para pasar largas temporadas, participando activamente en la vida social de la ciudad. Así lo demuestra esta exposición, en cuyas fotografías aparece con personalidades como la duquesa de Alba y Curro Romero.
Amante de la Semana Santa, era profundamente devota del Señor de Pasión, a cuyos pies sale retratada en varias instantáneas. Cuenta su fotógrafo que le gustaba acudir también a los templos del Gran Poder, la Macarena, la Esperanza de Triana y el Cachorro una vez se recogían las procesiones.
Otra de sus pasiones eran los toros, si bien, no le fascinaba la Feria de Abril. Sin embargo, fue en el Real donde Gallardo retrató a Doña María de las Mercedes en la que es la fotografía más reciente de la muestra sobre su vida en una ciudad que, sin duda, nunca la olvidará.