Lo más seguro es que Castillo Lastrucci lo viera en una de las reproducciones que se distribuyeron por Europa y que, lógicamente, también llegaron hasta aquí en los albores del siglo XX. El lienzo del Ecce Homo del italiano Antonio Ciseri cayó en sus manos y en seguida quedó prendado por la escena en la que se reproduce uno de los pasajes de la Pasión de Cristo. Tanto le gustó que cuando tuvo la ocasión no dudó en tomarlo como modelo. Fue así como aquellos trazos de 1871 guiaron su gubia sobre la madera inerte para dar vida a la actual composición del misterio de la Presentación al Pueblo que cada Martes Santo somete al barrio de la Calzada y pone boca abajo literalmente hablando a los abonados de la Campana.
La hermandad asegura que ya en los primeros bocetos y dibujos se percibe «esta gran similitud» con el celebérrimo cuadro que recoge a la perfección el pasaje evangélico de Jesús ante Pilato: «El Redentor de pie, maniatado y vestido con túnica púrpura abierta hasta la cintura, es presentado al pueblo por Pilato tras haber sido azotado y coronado de espinas», San Juan (Jn. 19, 4-5). Lastrucci representó las mismas figuras que se pueden ver en esta obra que se custodia en la galería de arte moderno del Palacio Pitti de Florencia: el Señor maniatado y semidesnudo, Pilato, Claudia Prócula, una sirvienta de ésta, un senedrita y dos romanos. También «casi copió sus posturas», explica el hermano, costalero de la Presentación y escultor Juan Antonio Blanco Ramos, quien estos días ha tenido la ocasión de retocar las imágenes en las dependencias de la hermandad para que reluzcan en la muestra que sobre la cofradía del Martes Santo (San Benito: Historia y Sones de la Hermandad?) se podrá ver desde el sábado en el Círculo Mercantil (C/ Sierpes, 65).
Blanco Ramos, quien es además autor de la pintura de la exposición, aclara que Castillo Lastrucci se permitió ciertas concesiones a la hora de trabajar la madera: «El gesto de los brazos de Pilato no es con el mismo brazo, en la pintura el Señor está maniatado a la espalda y en la escultura está por delante; el esclavo etíope del cuadro tiene barba y el del misterio no; y el senedrita va de espaldas». Eso sí, insiste en que «copió la idea básica».
Por ello y con motivo de la exposición, estas imágenes secundarias del misterio de San Benito se mostrarán en el patio central del Mercantil siguiendo la composición del cuadro de Ciseri, «como nunca antes se habían visto». De hecho, hasta se ha reproducido la balaustrada sobre la que un desafiante Pilatos volverá a preguntar aquello de a quién queréis que salve a Jesús o a Barrabás. La respuesta es conocida por todos.
Las figuras secundarias del misterio serán uno de los principales reclamos de una muestra que hace «un recorrido por la evolución de la hermandad en el último siglo, tras su reorganización en su actual sede y que conmemora igualmente el XXV aniversario de la Agrupación Musical de Nuestra Señora de la Encarnación», dice su comisario David Molina. Se inaugura mañana (20.30 h) y se visitará del sábado al día 8. Habrá conciertos, mesas redondas y proyecciones.
