Economía

Una prueba de fuego para Ávila

El consejero de Economía afronta un diálogo a dos bandas para encarrilar la fusión de Unicaja y Cajasur, de nuevo empantanada

el 27 mar 2010 / 21:40 h.

Antonio Ávila, ayer, con el presidente de Caja Granada, Antonio Jara, en la sede central de la entidad financiera.

La enésima parálisis que sufre la negociación entre Unicaja y Cajasur para fusionarse constituye una prueba de fuego para el consejero Antonio Ávila, que ha asumido la cartera de Economía -la cede Carmen Martínez Aguayo-, Innovación y Ciencia.

De hecho, tendrá que lidiar en dos frentes. Por un lado, con los presidentes de ambas entidades, Braulio Medel y Santiago Gómez Sierra, al tiempo que con la Iglesia, fundadora de Cajasur, que de nuevo pone chinitas en el camino de la operación. Y por el otro, con el Banco de España, que no dudará en intervenir la caja cordobesa antes del 30 de junio -incluso en breve- si no percibe un avance.

Contactos. Durante este fin de semana y los próximos días tomarán protagonismo las llamadas entre las partes implicadas. La mediación del Gobierno autonómico, tanto de Antonio Ávila como de su presidente, José Antonio Griñán, se revela indispensable para poder acercar a Medel y Gómez Sierra y apaciguar al Banco de España. Fuentes del PSOE, el partido que sustenta al Ejecutivo regional, indican que se está trabajando intensamente, pero que hace falta un esfuerzo "de todos", incluido el de Medel, para que esa fusión cuaje. Margen de maniobra, insisten, hay.

El consejero de Economía ya ha contactado con Santiago Gómez Sierra. Lo hizo antes del último enfrentamiento con Unicaja, aunque conoce de primera mano que la unión no prospera puesto que fue informado por el presidente de la malagueña una semana atrás -antes del cambio de Gobierno de Griñán-. La negociación, que suma ya ocho largos meses, no avanza. Necesita otro impulso, o quizá un severo toque.

Experimentado. Al igual que Griñán durante la etapa de consejero de Economía, Antonio Ávila también fue partícipe del diálogo con el Cabildo cordobés para que Cajasur volviera a la tutela de la Junta de Andalucía, tutela que el anterior presidente de la entidad Miguel Castillejo había asignado a la Administración central.

Desde los sindicatos se valoraron ayer las palabras del vicesecretario general del PSOE andaluz, Rafael Velasco, quien el día anterior comentó que había margen para no aplicar medidas traumáticas en el ajuste laboral que requiere la fusión. Las fuentes sindicales vieron en estas declaraciones un mensaje a Braulio Medel para que suavice la exigencia de que sean 1.224 empleos -la mayoría, 988, en Cajasur- los eliminados, de acuerdo con el diagnóstico de la operación que confeccionó Boston Consulting Group.

La entidad malagueña ha comentado en reiteradas ocasiones que el objetivo de recorte de los gastos laborales es una condición sine qua non para proceder a esa fusión, pues de otra manera quedaría lastrada la salud financiera de la futura Unicajasur.

Durante la etapa de Martínez Aguayo en Economía se vivieron los anuncios de la unión de Unicaja y Caja de Jaén y el de Cajasol y Caja de Guadalajara y los vaivenes en Unicajasur.

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