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Una remontada que vale mucho más que un punto

Pudo ser un funeral y por poco no acaba en fiesta grande de no ser por Diego López, que le hizo un tremendo paradón a Oliveira y evitó el 3-2 en el minuto 89'. El Villarreal empezó ganando 0-2 y Chaparro estaba más fuera que dentro, pero luego llegó la briosa reacción bética que valió para salvar un punto... y la cabeza del entrenador.

el 15 sep 2009 / 23:23 h.

Pudo ser un funeral y por poco no acaba en fiesta grande de no ser por Diego López, que le hizo un tremendo paradón a Oliveira y evitó el 3-2 en el minuto 89'. El Villarreal empezó ganando 0-2 y Chaparro estaba más fuera que dentro, pero luego llegó la briosa reacción bética que valió para salvar un punto... y la cabeza del entrenador.

El Betis concluyó el temido paso del Tourmalet con cinco puntos (el quíntuple que en la primera vuelta), aunque sólo dos por encima de la salvación, después de empatar con el Villarreal un partido vibrante que muy pronto se le puso cuesta arriba con el tempranero gol de Cazorla (6'), en un afortunado remate que pegó en la pierna de Fernando Vega y despistó por completo a Ricardo.

Después de las ampollas que levantó el 6-1 del Bernabéu no era ésta la mejor forma de afrontar un partido tan trascendente, pues de todos lados llegaban amenazas de cese para el entrenador si se producía una nueva derrota... Y si no quieres caldo, dos tazas: a los 36' el propio Cazorla entró como Pedro por su casa por el corazón de la retaguardia bética y batió a Ricardo con un cómodo remate que pudo haber sido la sentencia definitiva.

un poema. Con 0-2 en poco más de media hora y el equipo mostrando la misma blandura defensiva que ante el Madrid la cara de Chaparro era para verla. "¿Y qué hago yo?" parecía decirle a la grada, con los brazos abiertos, mientras arreciaban las críticas y Cazorla estaba a punto de anotar el 0-3 (37') con un potente remate que lamió el palo.

Hasta entonces el Betis había seguido siendo el equipito desarmado y pobre de la semana anterior y sólo había dado señales de vida en un libre directo de Oliveira que repelió el larguero (28'). Pero a los 42' llegó una de esas jugadas psicológicas que cambian el rumbo de un partido y, en este caso, puede que de muchas más cosas. Fernando Vega pegó un pelotazo largo desde su propio campo y Sergio García, tras un excelso control y quiebro a Godín, anotó el 1-2 que daba la misma vida a los verdiblancos.

El 1-2 obró como pócima milagrosa en los locales, que tras el descanso saltaron al campo con otra actitud y brindaron a su gente unos excelentes minutos de fútbol. Claro que todo se pudo ir al garete si Clos Gómez ve penalti en una absurda falta de Vega a Mati que al final se señaló fuera: Rossi, con todo, la estrelló en el larguero, pero el partido ya había cambiado de dinámica, con un Betis más agresivo y ambicioso, capaz de romper las líneas enemigas con un fútbol veloz y vertical. En la jugada siguiente fue Diego López quien evitó el 2-2 con un paradón ante Arzu y poco después era Oliveira el que culminaba, a placer, una buena combinación ofensiva que había iniciado Juanma y continuado Mark con un centro envenenado.

Tras el 2-2 pareció firmarse un armisticio entre ambos equipos, pues el punto salvaba al Betis de complicaciones momentáneas y afianzaba al Villarreal en la cuarta plaza. Con todo, Sergio García y en especial Oliveira siguieron buscando con fe el 3-2 que a punto estuvo de hacerse realidad de no ser por un par de grandes intervenciones del meta rival.

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