Se agrupan bajo el nombre de DesCentrados, pero no están locos aunque su intención sea revolucionaria. Lo que comenzó como una asociación cultural con un puñado de amigos se está convirtiendo en una iniciativa que está sumando adeptos incluso de otros puntos de España. Lo que buscamos es llevar la actividad cultural a los barrios que no son el Centro y buscar espacios abandonados para darles un nuevo uso. De ahí el nombre de la asociación y que su primer objetivo se haya detenido en recuperar un lugar que lleva casi un año sin uso y deteriorándose. Se trata del Mercado Cruzcampo, en la barriada Huerta de Santa Teresa, un antiguo mercado de abastos que vio salir a su último inquilino, un frutero, a principios de 2013.
Somos un grupo pequeño de amigos que montamos una asociación cultural por afición, que nos gusta la literatura, la música, el teatro... y veíamos que en el barrio había poca oferta cultural y siempre había que ir al Centro para encontrarla, explica Celia Castro, secretaria de DesCentrados. ¿Y por qué no hacerlo en edificios públicos que estuvieran en desuso o abandonados y así recuperarlos para el disfrute de los vecinos? Fue la premisa de la que partieron y, por cercanía de algunos de sus miembros a esta barriada del distrito San Pablo, el primer objetivo ha sido el mercado Cruzcampo, un edificio triangular construido en 1962.
Tras contactar con las asociaciones vecinales, los comerciantes y otros movimientos asociativos de la zona como el 15-M, comenzaron a recabar ideas para resucitar este espacio y devolvérselo a sus vecinos, un trabajo de meses del que ahora se ven los frutos, pues han elaborado una propuesta aglutinando todas las necesidades detectadas.
La semana pasada lo presentamos a los vecinos y ha tenido muy buena acogida, señala Castro. Su proyecto que recoge todas las sensibilidades plantea aprovechar la planta triangular del edificio para dividirlo en tres espacios. Uno de uso comercial, recuperando el antiguo mercado de abastos y manteniendo los puestos originales de madera; otro pasillo se reservaría a temas culturales como lugar polivalente donde poder organizar desde conferencias hasta exposiciones y habilitarlo como zona de trabajo con wifi; y una tercera sala para talleres y cursos que puedan estar al servicio de las entidades sociales del barrio a modo de centro cívico, expone Celia Castro.
A pesar de su juventud, DesCentrados se ha puesto en contacto con otras organizaciones que promueven un objetivo similar al suyo en otros puntos de España y, además de participar en jornadas y conferencias, han visitado algunas iniciativas que ya se han puesto en marcha para ver cuáles son los errores y aciertos ajenos. Han encontrado en el mercado de San Fernando de Lavapiés, en Madrid, una buena inspiración. En él no solo hay puestos tradicionales de fruta o verdura, también de libros y otras actividades. Para ello bajaron los precios de los alquileres y también existe muy buena comunicación con el Ayuntamiento de Madrid.
No les convence el nuevo concepto de mercado gourmet para el vecindario, además de por la fiebre que parece haberse desatado en la ciudad, por otra sencilla razón. Ésa es una iniciativa que tiene beneficio para el empresario, pero no para el barrio, y más cuando se trata de un edificio de titularidad municipal, zanja.
El siguiente paso es subir su propuesta a la plataforma municipal e-democracia, en la que los vecinos pueden votar las que les resulten más interesantes para ser debatidas en el Pleno del distrito y ver qué futuro puede tener. Sea cual sea, la semilla de la concienciación está sembrada.
SEPA MÁS Puede conocer más sobre la actividad de DesCentrados en blogdescentrados.blogspot.com o escribir al e-mail descentrados@gmail.com
