La franquicia sevillana de tabernas En C'ar Conde está arrasando con su nuevo montadito. Como todos los de su carta, éste también tiene un nombre inspirado en la realeza, aunque con un toque de deliciosa furia española: ¿Por qué no te callas?
El dueño de En C'ar Conde, Juan Manuel González, adelantaba ayer que sus socios y él están pensándose ya inventar un montadito relacionado con la separación de los duques de Lugo, aunque sólo si la ruptura se confirma en forma de divorcio. "Estamos en ello, sí, pero de momento habrá que esperar, porque nosotros no queremos ser ofensivos ni agraviar a nadie". Lo cual significa que la gran novedad de estas cuatro tabernas distribuidas por Sevilla y Dos Hermanas seguirá siendo el inefable ¿Por qué no te callas? Aunque al verborreico Hugo Chávez se le ha indigestado la frase y se le viene repitiendo desde hace una semana, lo cierto es que su versión en montadito parece estar sentando de perlas en los estómagos de los españoles poco afines al bananerismo ilustrado del mandatario venezolano.
La fórmula de este bocadillo calentito difícilmente podría ser más cañí: "Dos huevos españoles" -explica González- con zurrapa de ibérico, queso encima y un pedazo de morcón cubriéndolo todo", alegoría culinaria de la bandera española y feliz culminación de la XVII Cumbre Iberoamericana por lo que respecta a los intereses del Estado español. ¿Será esto la diplomacia a la carta?
Se añade así a una lista llena de referencias a las realezas nacionales y extranjeras: Lady Di, Príncipe Carlos, Froilán, Leonor, Letizia... "De entre todos los tradicionales nuestros, tenemos uno especialmente solicitado por nuestra clientela, que es el de Marichalar, que lleva lomo adobado, lomo y mojo picón, de manera que no creo que lo quitemos aunque el matrimonio se acabe", advierte el responsable de la empresa, más amigo de incorporar ideas nuevas al menú que de eliminarlas: "Adelanto ya que vamos a sacar un atún con cereza que va a ser la revolución. Buenísimo".
Por tratarse de un pan y no de un montadito, este nuevo hallazgo no aludirá a la monarquía. "Nosotros empezamos en San Diego en 1994 y se nos ocurrió ponerles nombres relacionados con el buen comer, como conde, marqués, obispo, sacristán... Y fue a partir de la boda de la infanta Elena en Sevilla cuando nos volvimos hacia la realeza al inventar el montadito Elena y Marichalar. Nuestra idea es convertir en montadito cada acontecimiento feliz de la Casa Real, pero siempre con un toquecito de humor inofensivo." Y para evitar susceptibilidades, una aclaración: salvo el caso del ¿Por qué no te callas?, los ingredientes de los restantes bocadillitos no pretenden tener relación alguna con el personaje al que se alude.
