I. A. / A. V.
El puente de Coca de la Piñera (Camas) está listo para recibir tráfico. La demolición y la posterior construcción de este viaducto sobre la autopista Sevilla-Huelva (A-49) finalizó hace meses, pero el uso del paso superior está limitado. La culpa de todo la tiene un transformador en el que no se había pensado hasta que estaban las obras en marcha.
El transformador no puede seguir ahí con la reestructuración de la vía. Desde la compañía eléctrica Sevillana Endesa mantienen que sólo hay dos opciones: o la construcción de un centro transformador nuevo o aprovechar otro que hay en las proximidades para atender la demanda de los vecinos del barrio Coca de la Piñera. Estas dos posibilidades se le plantearon a la promotora de las obras, que según la compañía eléctrica, se tendría que hacer cargo de los costes de esta actuación extra en el proyecto. Por el momento, desde Sevillana Endesa mantienen que siguen sin recibir ninguna comunicación oficial de los promotores.
Pese a que en un principio permaneció cerrado al tráfico parte del puente de Coca de la Piñera y estaba previsto que siguiera así mientras permanecía el transformador en ese punto, ya se han abierto los carriles, tanto de ida como de vuelta, mientras que lo que permanece cerrado -porque ni siquiera han podido concluir las obras- es el acceso al puente por la A-49 desde Sevilla, en la que sería la primera salida de la autopista en la misma subida de Castilleja de la Cuesta. La razón nada más hay que mirarla: justo en medio de donde se encuentra la vía de subida -que a día de hoy está terminada desde abajo hasta casi la altura del puente- se encuentra la torre eléctrica con el transformador y los cables que desde éste conectan con las primeras viviendas de la citada barriada de Camas.
El trabajo de construcción y demolición de los dos nuevos puentes fue una de las actuaciones principales realizadas por el Ministerio de Fomento en el área metropolitana en los últimos meses, de ahí que parezca increíble que desde el primer momento, cuando se redactó el proyecto y comenzaron las obras, los técnicos no contemplaran la presencia en ese lugar del transformador que ahora retrasa sine die la apertura. Fue a mediados del pasado mes de enero cuando se acometieron los trabajos de demolición del puente sobre la autopista, que obligaron a cortar la circulación de noche varios días.
El otro puente que también fue demolido y reconstruido es el situado entre Tomares y Castilleja de la Cuesta, y éste sí entró en funcionamiento hace unas semanas, después de concluir unas obras que no se toparon con ningún inconveniente. Se trata, en los dos casos, de sendas actuaciones de vital importancia para mejorar el tráfico en el área de influencia de la A-49.
La construcción de los dos puentes contó con un presupuesto de 3.556.690,76 euros. Las obras implicaron, tras la demolición, la construcción de dos nuevos pasos superiores para el enlace de Coca la Piñera y el de Castilleja de la Cuesta y Tomares, situados en los puntos kilométricos 1,500 y 2,000, respectivamente, de la autopista del Quinto Centenario, mejorando el alzado, la planta y la sección transversal. De hecho su mala construcción y la escasa altura que tenían los puentes desde que se inauguró la autopista hace más de 15 años provocó incluso algún accidente de tráfico.
