Contra todo pronóstico, el PA se hizo ayer con la Alcaldía de Alcaucín -el ex regidor fue detenido por corrupción- gracias al apoyo del PP y de una tránsfuga del PSOE, que ya ha sido expulsada del partido. Los socialistas exigen a Arenas que haga lo mismo con sus ediles, que han hecho posible este "enjuague político".
Lejos de facilitar una transición ordenada de gobierno en Alcaucín -el último municipio tocado por un escándalo de corrupción urbanística-, los partidos se han enzarzado en una bronca por la Alcaldía. El guión previsible era que la segunda teniente de alcalde, María Victoria Luque (PSOE), se alzara en el cargo en sustitución del ex regidor socialista José Manuel Martín Alba, detenido hace dos semanas tras destaparse la trama corrupta y expulsado del partido. El PSOE no contaba con que una de las suyas, María Antonia Guerrero, la hasta ahora responsable de Urbanismo, apoyaría al candidato andalucista. Guillermo Pérez Martín (PA), recibido con aplausos en el pleno, es desde ayer el nuevo alcalde del pueblo. El secretario provincial del PSOE en Málaga, Miguel Ángel Heredia, presente en la sesión, anunció la expulsión de la edil y dijo que denunciará este caso ante la mesa nacional antitransfuguismo.
Guerrero, que prometió "limpiar" la imagen del pueblo, logró también el voto de los tres ediles del PA y de los dos del PP, seis concejales en total que se impusieron a los cinco del PSOE. La concejal tránsfuga justificó su postura porque, a su juicio, sus compañeros de grupo no le merecen confianza y rechazó el argumento del PSOE de que ella había querido ser la alcaldesa de Alcaucín, un municipio de unos 2.500 habitantes en la Axarquía malagueña, donde abundan los desmanes urbanísticos. Precisamente ayer se conoció que la Fiscalía ha presentado otras cinco denuncias contra el alcalde de La Viñuela, Juan Millán (PSOE), por dar licencias en suelo no urbanizable.
Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, cree que es "un mal comienzo para el pueblo" que el nuevo gobierno local surja "como consecuencia de una tránsfuga". "Lo que ha ocurrido es legal, por tanto hay que respetarlo", admitió. El número dos el PSOE andaluz, Luis Pizarro, exigió una respuesta inmediata al líder de los populares, Javier Arenas, al que instó a expulsar también a los concejales del PP implicados en este "enjuague político".
Arenas no se dio por aludido y confió en que el cambio de alcalde sirva para regenerar la vida municipal en la localidad. Igualmente, espera que la elección de Guerrero impida que se vuelva a repetir un capítulo "que tanto daño han hecho a la imagen de Andalucía". PP y PA negaron que se trate de un caso de transfuguismo. El secretario general del PP en Málaga, Francisco Salado, explicó que su partido ha apoyado al candidato del grupo mayoritario de la oposición. El líder provincial del PA, Salvador López, recordó que no ha habido moción de censura.
La semana pasada ocurrió en San Roque otro giro inesperado de gobierno. El alcalde socialista murió y su cargo lo ostenta ahora un edil del PP, gracias a que una concejal socialista, Rosa Macías, no apoyó a su compañero de filas, Juan Carlos Boix, y votó en blanco. El PSOE pide a Macías, que forma parte de la corporación, que entregue su acta de concejal.
