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Una Unión nueva para un presidente cansado

Zapatero liderará la UE tras varios meses de desgaste y estrés.

el 01 ene 2010 / 20:33 h.

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con gesto preocupado en su escaño en el Congreso de los Diputados.
Tras el secuestro del Alakrana, el de los tres cooperantes en Mauritania y el caso Haidar, y en medio de una crisis económica que no acaba de retroceder, José Luis Rodríguez Zapatero tendrá que dirigir, además de España, una organización de 27 estados. Serán sólo seis meses, pero la presidencia de la UE no llega en el mejor momento pues todo apunta a que el líder socialista está, cuanto menos, cansado.


Pese a que no hace ni dos años que comenzó su segunda legislatura en La Moncloa, ya es un hecho que el Ejecutivo está desgastado por la acumulación de asuntos espinosos que, en los últimos meses, se han cebado en el propio presidente y en los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores.


El desgaste -reflejado en las encuestas- viene de lejos. Comenzó cuando el Gobierno se negó a admitir que una crisis económica sin precedentes se avecinaba. Cuando el Ejecutivo se dispuso a reconocer que la economía retrocedía, la crisis ya se había instalado en España.


Por si eso fuera poco, el pasado 2 de octubre el secuestro del atunero vasco Alakrana en aguas de Somalia inauguró una serie de catastróficas desdichas para el equipo diplomático del Gobierno, así como para los primeros responsables del Ejecutivo, Zapatero y su vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega. La detención y traslado a España de dos de los piratas secuestradores, uno de ellos Abdu Willy -cuya mayoría de edad se dudaba- dificultó las gestiones para el rescate.


Los secuestradores que seguían en el barco pedían como condición sine qua non para la liberación la vuelta a Somalia de los dos arrestados y varios de los pescadores fueron supuestamente bajados a tierra.
Mientras tanto, las muestras de descoordinación por parte del Gobierno eran cada vez más graves. La falta de información a las familias de los secuestrados, junto con las averiguaciones sobre la edad de Abdu Willy y el supuesto pago del rescate acabaron por empañar la imagen de la gestión gubernamental. Pero el presidente tendría una nueva oportunidad para demostrar alguna eficacia diplomática con el secuestro, el 29 de noviembre, de tres cooperantes españoles en Mauritania. El Ejecutivo intentó redimirse. Creó una célula de coordinación presidida por De la Vega y prometió mantener a los familiares al tanto de las novedades. A día de hoy, sin embargo, los cooperantes siguen retenidos en Mauritania y la oposición aprovecha la mínima oportunidad para recordárselo a Zapatero.


Entre ambos secuestros se produjo el caso que alimentó las portadas de los periódicos entre noviembre y diciembre:la expulsión de la activista saharaui Aminatu Haidar de El Aaiún y sus 32 días de huelga de hambre en Lanzarote. El calvario de Haidar terminó felizmente, pero a su paso dejó una ristra de críticas al Gobierno por su gestión del caso.


Las dificultades coyunturales que últimamente atraviesa el Ejecutivo de Zapatero han servido al PP para explotar su estrategia de la crítica destructiva. Para el presidente popular, Mariano Rajoy, todo se ha hecho mal y la culpa de todo la tiene el Gobierno, que -dicen los populares- no sabe hacer frente a ninguna de sus crisis.
Con estos antecedentes, abajo en las encuestas y mientras sigue abierto el debate sobre la demora de la sentencia del Estatut -el otro gran tema de los últimos meses de 2010- afronta Zapatero la Presidencia europea. Tendrán que pasar 14 años hasta que un presidente español esté de nuevo al frente de la UE y la responsabilidad de la crisis más grave de las últimas décadas en Europa está en sus manos. Los envites que ha sufrido el Gobierno en los últimos meses y el estrés sufrido por el presidente socialista han levantado entre las filas del PSOE el rumor de que Zapatero remodelará su gabinete en junio, cuando termine el semestre de turno. No obstante, las mismas fuentes aseguran a los medios que Zapatero tiene una "gran capacidad de encaje y recuperación", por lo que tanto vaivén no le pasará factura.


Ayer mismo, el presidente del Gobierno se mostró dispuesto a sacar a la UE de sus problemas económicos y a hacerlo "con entusiasmo", para lo que pidió el apoyo de empresarios y trabajadores. En respuesta, el presidente fijo de la Unión, Herman Van Rompuy, dijo tener confianza en España y se mostró feliz de empezar su camino europeo junto a Zapatero.

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