Local

Una visitante rompe una valiosa vasija de Ai Weiwei en el CAAC

Por J. Gallego Espina y N. G. Grosso. El jarrón era parte de una instalación de 96 piezas cedida por una fundación danesa. El museo cerró ayer la sala alegando “un fallo eléctrico”

el 12 abr 2013 / 06:30 h.

TAGS:

Hay ocasiones en las que un tropiezo no supone nada, más allá de una tonta caída, y otras, sin embargo, en las que puede significar un duro golpe contra el patrimonio artístico y contra el prestigio de una institución. El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) lo sufrió ayer en sus carnes. Por la mañana, una visitante que recorría la exposición dedicada al artista y disidente chino Ai Weiwei, que puede verse en el monasterio de la Cartuja hasta verano, perdió el equilibrio mientras admiraba su conocida instalación Ghost Gu Coming Down the Mountain, una de las más valiosas de la muestra, con tan mala suerte que golpeó una de las vasijas de porcelana que conforman conjunto, partiéndola. La obra, cuyo título se traduce como El fantasma Gu bajando la montaña (2005), está formada por 96 jarrones de porcelana roja y blanca –95 desde ayer–, de 27 x 35 centímetros cada uno. Es una cesión temporal cortesía de la Faurschou Foundation, de Copenhague (Dinamarca), que ahora deberá decidir si mantiene o no el préstamo. Tras el accidente, producido en una de las salas del refectorio del monasterio, el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes, se personó para conocer el alcance del siniestro y decidió cerrar la estancia, alegando motivos técnicos. El jarrón siniestrado presenta un agujero, curiosamente circular, en la zona blanca, no decorada. El fragmento desprendido no sufrió aparentemente más desperfectos. Ayer por la tarde, el personal del centro y los vigilantes decían desconocer por qué estaba clausurada esta sala y cuándo volvería a abrir. Cuando los visitantes preguntaban en taquilla, la versión oficial era que se había producido un fallo del sistema eléctrico, por lo que se desconocía cuándo la instalación volvería a ser visible. Inauguración de la muestra. Griñán, Alonso y Álvarez Reyes en la inauguración de la muestra. Este periódico trató ayer de conocer la versión oficial del CAAC y qué ocurrirá ahora con la pieza y la muestra, si bien, después de comunicar al centro que tenía constancia de lo ocurrido, El Correo no obtuvo respuesta alguna. La instalación accidentada, que ha girado en los últimos años por buena parte de Europa, fue fruto de la colaboración entre Ai Weiwei y el ya desaparecido artista rumano Serge Spitzer. Las 96 vasijas estaban pintadas con representaciones de varios fragmentos de una imagen del Período Yuan (1269-1368). Se basa en una cerámica de mediados del siglo XIV en azul y blanco que fue subastada en 2005 y vendida como una de las piezas más caras del arte oriental. La escena recrea la leyenda popular de Guiguzi (Gu), un famoso guerrero Wang Yi que fue llamado para liberar a Sunzi, otro luchador que había sido capturado en la batalla. En ella aparece Guiguzi representado sobre un carro tirado por dos felinos flanqueado por dos emisarios que van a pie. El conjunto de la instalación conforma una perfecta cuadrícula, cuyo color varía según el ángulo desde el que se observe, invitando al visitante a rodearla para captar la totalidad de la escena. Esta muestra ya trajo varios quebraderos de cabeza al CAAC. Inicialmente estaba previsto traer en septiembre de 2012 una exposición de Ai Weiwei que se encontraba de gira por Europa. Un recorte presupuestario obligó a posponerla y organizar otra –la actual–, que ha costado 45.000 euros

  • 1