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Una viuda con dos hijos enfermos, condenada a perder la casa

Magdalena González está pasando por un calvario. Sin un solo euro en el bolsillo y al cuidado de dos hijos con esquizofrenia, esta viuda de 62 años de Gerena corre el riesgo de quedarse en la calle. Una entidad bancaria subastará su casa el 15 de septiembre al no poder pagar un préstamo que pidió para reformar la vivienda.

el 16 sep 2009 / 03:15 h.

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I.A. (Vídeo: Paco Cazalla)

Magdalena González está pasando por un calvario. Sin un solo euro en el bolsillo y al cuidado de dos hijos con esquizofrenia, esta viuda de 62 años de Gerena corre el riesgo de quedarse en la calle. Una entidad bancaria subastará su casa el 15 de septiembre al no poder pagar un préstamo que pidió para reformar la vivienda.

En la casa de Magdalena no entra ni un euro desde hace tres meses. Sólo los alimentos que le ofrece Cáritas y la poca ayuda que pueden prestarle sus sobrinas, que son su tabla de salvación. El dinero de su pensión de viudedad, de apenas 500 euros, está embargada por el banco, que ha congelado su cuenta para saldar el préstamo y hasta le ha lanzado un ultimátum por vía judicial: si no paga, su casa será subastada.

Sin apenas dinero, tiene que mantener a dos de sus hijos, Juan y Alfonso, de 33 y 39 años, que no se pueden valer por sí mismos porque sufren esquizofrenia. "El pequeño se pasa el día llorando porque no sabe cómo ayudarme", explica esta mujer, que sufre especialmente porque los médicos de sus hijos le insisten en que tienen que estar en un clima tranquilo. Pero eso es difícil en la actual situación. "Las ambulancias no dejan de venir por las crisis que padecen", dice entre sollozos.

El drama comenzó hace cuatro años, cuando ella y su marido decidieron rehabilitar la casa en la que desde hace más de cien años reside su familia. Para ello, tuvieron que pedir un préstamo de 21.000 euros al banco que iban pagando poco a poco hasta que el marido cayó enfermó y murió hace ya dos años. A partir de ahí, todos fueron problemas. Con sólo la pensión y una paga no contributiva de uno de sus hijos de 300 euros, la mujer siguió pagando sin conocer que sus ingresos eran insuficientes para hacer frente al pago. Y, cuando pensó que le quedaban 6.000 euros por pagar, se topó con la sorpresa de una carta del banco con el anuncio de la subasta y la deuda real que ascendía a más de 23.000 euros "contando los recargos e intereses".

No hay nadie en el pueblo que no conozca el drama de Magdalena y su familia. Es más, el Ayuntamiento de Gerena asegura que su delicada situación económica viene de muy atrás. Según fuentes municipales, los Servicios Sociales están trabajando en la gestión de su caso y meses atrás ya colaboraron suministrándole material y ayuda económica. De la misma manera, el Consistorio ofreció su "plena disposición" para intentar buscar una salida.

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