Beñat chuta durante el entrenamiento de este jueves.
Beñat Etxebarria continúa siendo uno de los grandes lanzadores de falta del fútbol español y también del europeo en general, porque ahí está su palmarés de las dos temporadas que lleva en la élite para atestiguarlo, pero en la que está en curso se le están atrancando esos lanzamientos que tanto le gustan a él y tanto hacen disfrutar a los aficionados del Betis. De ellos surgió el vocablo beñatazo, sobre todo después de los dos tantos de libre directo que el vasco consiguió en el derbi de la pasada temporada en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Y el lunes se cumple una vuelta entera de competición, dieciocho jornadas una detrás de otra, sin que el 10 del Betis celebre uno de esos golpeos tan extraordinarios.
El último beñatazo, en el sentido más propio del término, fue el 5 de noviembre ante el Getafe, en aquel 2-4 de la décima jornada. Lo marcó el vizcaíno desde la esquina del área grande y así, grande, fue el gol. El balón entró con violencia por la escuadra izquierda de Moyá, que este lunes no podrá jugar por lesión, y fue el gol clave del triunfo verdiblanco, ya que se produjo pocos minutos después de que los azulones, por medio de Diego Castro, empatasen el 0-1 inicial de Jorge Molina.
Desde aquella noche (también de lunes, como ocurrirá en este choque de la segunda vuelta), Beñat sólo ha celebrado otras dos dianas. Una, ante el Real Madrid con su versión del beñatazo con el balón en juego, gracias a un buen derechazo desde la frontal del área. Y otra, frente al Mallorca, de falta directa, pero con la peculiaridad de que no fue un beñatazo como tal sino un centro al área (la sacó casi desde la línea de banda) que ni los defensas ni Aouate acertaron a despejar.
Las estadísticas, en todo caso, dejan a Beñat en el lugar que se merece. A pesar de esta sequía de faltas directas igual a goles, el jugador del Betis sigue siendo el mejor lanzador de la Liga. Empata a dos goles con los monstruos, Cristiano Ronaldo y Messi, pero su porcentaje de acierto es infinitamente mejor: Beñat sólo ha tirado 14 faltas directas en lo que va de competición, mientras que el portugués lleva la friolera de 52 y el argentino justo la mitad, 26. Eso quiere decir que el mediocampista del Betis convierte en gol una de cada siete, pero Cristiano lo hace una de cada 26 veces y Messi, una de cada 13. Y además tiene margen suficiente para igualar su espléndida marca de la campaña pasada, cuatro tantos que le permitieron liderar la clasificación de lanzadores de falta con el malaguista Cazorla.
Para Beñat, además, no todo se reduce a marcar goles de falta. Su potencial a balón parado también es la fuente de la mayoría de sus siete asistencias de gol, un registro que ya bate el de toda la temporada anterior (seis). En este lapsus de beñatazos, el centrocampista de Igorre ha facilitado otros tres tantos a sus compañeros, todos en el partido contra el Málaga, en el que asistió primero a Jorge Molina, Mario y por último al colombiano Pabón.
