La pintura azul reluciente de las calles Canalejas o González Abreu contrasta con las marcas demasiado desgastadas para tener apenas una semana de San Pablo o las inexistentes en las calzadas de Bilbao o Méndez Núñez. El Ayuntamiento de Sevilla asegura que las 19 calles del centro en las que hace una semana se restauró la zona azul de aparcamiento, tras derogar el antiguo Plan Centro que restringía el acceso de coches al casco histórico, fueron pintadas para la ocasión en azul o naranja, según las restricciones impuestas al estacionamiento de vehículos, y que incluso debido a que poco antes de la entrada en vigor de ésta -el lunes pasado- hubo que repintar varias por las lluvias. Sin embargo, basta darse un paseo por algunas de estas calles para comprobar que en varias de ellas no hay ni rastro de pintura.
Es el caso de Bilbao o Méndez Núñez, además de Carlos Cañal, aunque sobre ésta, como otras vías con bolardos como Gamazo, fuentes municipales recordaron que no se puede aparcar pero que se han incluido en la zona azul para que los vecinos disfruten del pase para residentes con precios especiales para aparcar. La calle Federico Sánchez Bedoya está en obras, pero tampoco están señalizadas otras aledañas como Fernández y González o Harinas.
En San Pablo, donde también hay instalado un parquímetro, si pueden verse pero mucho más desgastadas que en Canalejas, González Abreu, Monsalves o El Silencio. No obstante, eso no era óbice para que los agentes de Aussa concienzudamente los coches aparcados frente a la juguetería Osorno y no dudaran en imponer la correspondiente multa a aquellos no habían pasado por caja. Según el consistorio, todas han sido repintadas, si bien la asociación de vecinos La Revuelta denuncia que en muchos casos lo que se mantienen son los restos de la antigua zona azul.
De las 19 calles, son zona azul (alta rotación) Canalejas, Fernández y González, Gamazo, Harinas, Méndez Núñez, Monsalves, Rafael González Abreu, San Pablo, Silencio y Zaragoza. El resto son zona naranja o calles con una afluencia de tráfico medio: Bilbao, Carlos Cañal, Castelar, Cepeda, Cristo del Calvario, Federico Sánchez Bedoya, Miguel de Carvajal, Plaza del Museo y Virgen de la Presentación. La tarifa oscila entre 0,55 y 1,60 euros.
El Ayuntamiento no ha facilitado aún un balance de las sanciones impuestas en este periodo a los coches estacionados que no hayan hecho uso de los siete parquímetros instalados para pagar el ticket correspondiente al tiempo de aparcamiento. Y entre los vecinos, sigue habiendo defensores y detractores de la zona azul.
Así, desde la asociación de vecinos de El Museo, su presidente, Antonio Ruiz, considera aún "pronto" para hacer una valoración porque todas las medidas "necesitan un poco de rodaje". Pero defiende que la medida era necesaria ya que las restricciones al tráfico en el centro deben ir precedidas de la construcción de aparcamientos en los alrededores y un mejor accesos del transporte público, principalmente los autobuses y la llegada del metro. Por ello, mientras se hace todo eso, considera necesario regular el aparcamiento para evitar el caos y la doble fila sin "medidas drásticas" que a su juicio "estaban despoblando el centro". Eso sí, considera que no debe ser "ni muy cara ni muy barata" para que la gente vaya pero no se quede todo el día aparcado.
Por su parte, Quico Sánchez, de La Revuelta, cree que se han despertado unas "expectativas" que no se ven cubiertas porque en el fondo solo se resuelven "apenas un centenar de aparcamiento" frente a los "miles de coches que acceden al centro". La 19 nuevas calles incorporadas a la zona azul suponen concretamente 170 nuevas plazas de aparcamiento que se suman así a las 1.700 existentes ya en el casco histórico, con una rotación media de 2,5 coches por plaza al día.
