La iglesia de Santiago ya esta fuera de peligro gracias a las obras de emergencia efectuadas después de que desplomarse el techo de la antigua sala de bautismo del templo. Los feligreses captan ahora más fondos para proseguir el proceso de restauración del edificio.
Una visita al interior del templo es suficiente para advertir la situación deficiente en el que todavía se encuentra el edificio. Eso sí, los trabajos de emergencia han recuperado gran parte del templo. De hecho, ya han comenzado las visitas guiadas a la iglesia.
En el recorrido, el párroco, Manuel Roldán, explica que el peor momento vivido fue en febrero de 2006, cuando el desplome de la cubierta superior del cuarto de archivos provocó el derrumbe del techo de la antigua sala de bautismo. De inmediato, los feligreses crearon una comisión para recaudar fondos para salvar la parroquia. Casi tres años después, la iglesia ya está a salvo de un posible derrumbe.
El párroco detalla cómo las naves de la cabecera, hechas en piedra en el siglo XVI, estaban empapadas. En algunos puntos la humedad descendía desde la bóveda hasta unos metros del suelo. El estado era más alarmante en las dos naves laterales de la parte moderna del templo, con 225 años sin recibir intervención. El agua se filtraba allí hasta el piso de la iglesia.
Bajo la denominación Tres por uno, la comisión para restaurar la iglesia emprende una nueva campaña que consiste en recaudar 300 euros en tres plazos: uno en noviembre, otro en primavera y el último tras el verano. El sacerdote confía en que se superen los 30.000 euros de la pasada convocatoria, puesto que necesitan unos 150.000.
